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acepcion
En el santuario de estilo nagara de los templos de la India, habitáculo donde se depositaban las ofrendas.
Personaje
Arquitecto
Su gran aportación a la arquitectura es el uso de estructuras metálicas, incluso antes de que se imponga esta moda entre los representantes de la Escuela de Chicago. De su producción cabe destacar los almacenes Laing, la sede editorial de Harper and Brother y la Shot Tower de Nueva York.
Personaje
Otros
Como cuanto actores del cine norteamericano, Bogart empezó su carrera dramática interpretando pequeños papeles en el teatro. Luego, en los albores del cine sonoro, empezó a actuar ante las cámaras. Su primer papel de gángster lo obtuvo en 1936 en "El bosque petrificado", en un personaje que ya había interpretado en los escenarios. En esta línea de delincuente, fugitivo o acorralado triunfó en "El último refugio" (1941), de Raoul Walsh, en donde al final moría cercado y de un tiro en la espalda, en la cumbre de una montaña, cerca del cielo. Este desenlace expresaba muy bien la ambigüedad moral que desprendía su personaje de antihéroe romántico. No existe una diferencia sustancial entre los personajes en que Bogart interpretó a personajes al margen de la ley y aquellos en que ejerció como detective privado. Como en "El halcón maltés" (1941) o "El gran sueño" (1946), dos adaptaciones de novelas de serie negra. Pero en "Casablanca" demostró que su personaje duro y cínico, curtido en muchas batallas físicas y sentimentales, conservaba su capacidad para la generosidad y para los efectos. Estuvo casado con Lauren Bacall.
contexto
El proceso de consolidación de la Monarquía bohemia, que había arrancado de la segunda mitad del siglo XIII, fue bruscamente interrumpido por la muerte de Wenceslao III (1306). Tras el deceso del rey se sucedieron una serie de enfrentamientos por la Corona entre el emperador Alberto y Enrique de Carintia. Este último, elegido emperador a la muerte de Alberto (1308), consiguió imponer en el trono bohemio a su hijo Juan de Luxemburgo, gracias al apoyo del clero nacional. Juan I (1310-1346), que contaba con tan sólo catorce años, dejó el gobierno del país en manos de los grandes feudatarios checos, entre los que destacaba Enrique de Lipá. La legitimación de la nueva dinastía se reforzó con el compromiso matrimonial entre Juan y la princesa Eliska, hija del rey Wenceslao II. Esta, descontenta con la continua concesión de privilegios en favor la alta nobleza, se enfrentó en 1319 con el propio rey, quien encarceló a la reina en Praga, desde donde partirá al exilio en Baviera en 1323. Juan, desinteresado por los problemas de política interna, se dedicó a participar en diversos proyectos expansionistas, algunos de ellos coronados con el éxito (incorporación de la Alta y Baja Lusacia, 1322) y otros destinados al más rotundo de los fracasos (campañas en el norte de Italia, 1330-1333). El rey fue delegando poco a poco su autoridad en su hijo Wenceslao, rebautizado con el nombre de Carlos en honor de la Corona francesa, aliada de los Luxemburgo. Carlos, casado con Blanca de Valois, fue nombrado margrave de Moravia y, tras la muerte de su padre en la batalla de Crecy (1346), subió al trono de Bohemia. Carlos IV (1346-1378), emperador de Alemania desde 1355 gracias a la ayuda del Papado, trató de consolidar el Reino bohemio como base patrimonial de su familia. Incorporó al territorio nacional algunos castillos y dominios bávaros, así como el margravado de Brandeburgo (1373). En 1356, con la promulgación de la Bula de Oro, consiguió para Bohemia una situación de privilegio dentro del Imperio, al alcanzar el rango de electorado y el carácter de monarquía hereditaria. Su política interior estuvo marcada por la lucha contra las principales familias de la nobleza checa, que recibieron un duro golpe con el edicto conocido como "Maiestas Carolina", con el que proclamaba la superioridad real sobre los grandes feudatarios. Bajo su mandato, Praga, ciudad arzobispal desde 1344, se convirtió en la auténtica capital del Imperio. En 1348 se puso en marcha un plan de reorganización urbanística de la ciudad, por el que las tres villas que constituían el primitivo enclave quedaron unidas a través del puente de piedra. La Corte carolina y la universidad, fundada en 1348, se convirtieron en centros de acogida de importantes artistas, literatos e intelectuales, entre los que descolló Petrarca. Del periodo carolino datan las principales obras del gótico bohemio, como son la iglesia de San Guido (Praga) o la arquitectura del maestro Pedro Parler de Gmünd. Carlos IV repartió sus dominios patrimoniales entre sus hermanos e hijos. Su hermano Juan Enrique obtuvo Moravia, heredada más tarde por sus hijos Procopio y José; sus hijos Juan, Wenceslao y Segismundo heredaron, respectivamente, Lusacia, Bohemia y Brandeburgo. Wenceslao IV (1378-1419), rey de Bohemia y emperador de Alemania, inició su mandato con el enfrentamiento con el arzobispo de Praga, Juan de Jenstejn, surgido a raíz del Cisma de Occidente. Dicha dispute, conducida por la vía de las armas desde el año 1384, desembocó en el asesinato del vicario general del arzobispo, Juan de Pomuk, y en el exilio forzoso del prelado en Roma (1396). Los grandes de Bohemia, acaudillados por el linaje de los Rozmberk, aprovecharon la situación de crisis para rebelarse contra el poder monárquico en 1394. La rebelión, apoyada por algunos miembros de la familia Luxemburgo como el margrave José de Moravia o el mismísimo hermano del monarca, Segismundo, triunfó, y Wenceslao IV se vio obligado, tras sufrir prisión en Praga, Krumlov y Viena, a conceder nuevos privilegios a la alta nobleza y a eliminar a la burguesía y a la baja nobleza de los órganos rectores del gobierno. Estos problemas internos provocaron la caída de Wenceslao como emperador, sustituido por su hermano Segismundo en 1400. La situación crítica que vivían las instituciones bohemias junto a la influencia de otros fenómenos (poderío económico de la Iglesia nacional, enfrentamiento entre alta y baja nobleza, efervescencia social de las ciudades, presión señorial sobre el campesinado, focos heréticos en el sur del país, proliferación de los predicadores populares, etc.) fueron el caldo de cultivo idóneo para el estallido de una revuelta política, social y religiosa como la husita.
contexto
La posición estratégica de Bohemia, defendida por una barrera montañosa, constituyó su eje de fuerza. La familia checa Premysl, que dominaba Praga y el centro del país, supo sacar partido de esta situación y reafirmar la realeza en su favor, tras salvar una serie de dificultades internas, que superó apoyándose en el Imperio. Las relaciones con éste fueron más o menos estrechas, según los intereses y circunstancias de ambos protagonistas, y de ellas derivaría una progresiva influencia germana en Bohemia, a la vez que una gradual integración de ésta en el Imperio. Dos factores que fueron esenciales para que este país eslavo culminara su aspiración de convertirse en un reino integrado en la órbita de la cristiandad occidental. A principios del siglo Xl, el duque Bratislav I (1034-1055) extendía su influencia hacia Moravia y Silesia, aprovechando el periodo de anarquía en Polonia. Momento expansivo que sería utilizado por el arzobispo de Praga para constituirse en cabeza de la iglesia eslava. La oportuna intervención militar de Enrique III -al que no le interesaba que el frustrado proyecto de paneslavismo polaco fuera realizado ahora por Bohemia- fue contundente: obligó al duque a devolver sus conquistas y, lo más importante, a renunciar a convertir el país en un reino, puesto que Alemania impuso su soberanía. Más tarde, por el contrario, Bratislav II (1061-1092), apoyando a Enrique IV contra el Pontificado, obtendría del emperador el reconocimiento personal de la dignidad real, en el año 1086. A partir de este momento, Bohemia se convertirá en un elemento esencial al servicio del Imperio, participando en sus asuntos, al tiempo que utilizará su mediación arbitral en sus continuas disputas internas. Estas luchas que habían sido el rasgo distintivo del siglo XI, se prolongarían otro siglo más, profundizando la crisis del país y facilitando la intervención alemana. Del siglo XII, cabe destacar a Ladislao II (1140-1173) que, como sus antecesores, apoyó en general al Imperio. A cambio de su fidelidad, Federico I Barbarroja lo recompensó en 1158 con la corona hereditaria. La mediatización imperial no cristalizó solamente a nivel institucional. Ladislao supo favorecer la entrada de colonos alemanes, especialmente mercaderes, que estimularon el campo económico, social, cultural... Gracias a estos impulsos externos, unidos a los propios y al afianzamiento monárquico, el siglo XIII representa una etapa de expansión, prosperidad y hegemonía. Esta última centuria se inicia con Ottokar I (1198-1230) que sienta las bases de la futura "Gran Bohemia", a través de la unión más estrecha con Moravia y de utilizar el vacío de poder existente en el Imperio a la muerte de Enrique VI. Apoyando a los diferentes pretendientes al trono imperial, mediante un juego de fuerza e intereses que canalizó en provecho propio, convirtió a su país en pieza clave de la política alemana. Papel notorio que se reflejaría en la "Bula de Oro" de Federico II en 1212, donde se reconocía el derecho de la nobleza checa a designar a su gobernante. A partir de entonces, convertido en reino, los lazos con el Imperio se fueron haciendo más débiles, al tiempo que se reafirmaba su inclinación hacia el este. Para contrarrestar el creciente poder nobiliario, su sucesor Wenceslao I (1230-1253) siguió favoreciendo la entrada masiva de alemanes, que profundizaron aún más la influencia germana iniciada con anterioridad. Resultado inmediato de esta fuerte inmigración fue un mayor desarrollo urbano y mercantil pero, como contrapartida, el inicio de rivalidades y disturbios -sublevación de la nobleza de 1247 a 1250- marcarían en adelante las relaciones entre ambos pueblos. A mediados de siglo, aprovechando el gran interregno del Sacro Imperio, Bohemia se convierte en la primera fuerza política del centro de Europa con la figura de Ottokar II (1253-1278). Su reinado representa la máxima expansión, tanto a nivel interno, como externo. En el interior, la puesta en explotación de sus famosas mines de plata es el arranque de una fase de gran prosperidad económica. De cara al exterior, Ottokar el Grande lleva a cabo con éxito una campana bélica contra el paganismo prusiano en 1255 y, a continuación, extiende su influencia sobre los feudos imperiales de Austria, Estiria, Carintia y Carniola. A ellos uniría Silesia, Lusacia y Eslovaquia, en virtud de la debilidad de los polacos y húngaros. En 1273, la elección de Rodolfo de Habsburgo como nuevo emperador de Alemania frenó su carrera, perdiendo todas sus conquistas, e incluso la vida, pues fue derrotado y muerto por el alemán, en 1278, en la batalla de Marchfeld. Años después, la inesperada muerte de Wenceslao III (1306) pondría fin a la dinastía de los Premysl, verdaderos artífices del fortalecimiento checo en la plenitud medieval.
obra
El mundo de los gitanos sirvió a Fortuny de inspiración durante su estancia en Granada, realizando numerosas escenas protagonizadas por ellos como Gitano apoyado en un burro, Cueva de gitanos en Granada o esta gitana bailando que contemplamos. La modelo que sirvió para este lienzo es Carmen Bastián, bailando ante una pared encalada típicamente andaluza mientras en la zona de la derecha una pareja canta. En primer plano se esboza una fuente con contornos de azulejos de clara inspiración árabe mientras al fondo apreciamos varios tiestos con coloristas flores y un gran jarrón islámico del que parecen crecer los naranjos. El preciosismo del maestro se conjuga con una pincelada rápida con la que otorga una sensacional atmósfera que diluye los contornos de los rostros como ya hicieran Velázquez o Leonardo. Sin embargo, Fortuny aporta una exquisita preocupación por la luz que enlaza con el Impresionismo francés, suponiendo esta etapa granadina una acertada continuación del periodo africano. El colorido utilizado es vivo e intenso, consiguiendo reforzar la sensación de dinamismo del conjunto gracias a las tonalidades empleadas, resultando una obra de admirable belleza.
Personaje
Arquitecto
Se formó en la Escuela de Barcelona y fue uno de los promotores del renovador Grupo R (1953-63), trabajando con Josep M. Martorell y David Mackay, junto a los cuales llevó a cabo obras como el edificio de la editorial Destino, Badalona; la fábrica Piher, Granollers; la escuela Thau (Barcelona) y la Mutua Metalúrgica (Barcelona), además de grandes grupos de viviendas y proyectos de parques urbanos en Barcelona y Argentina. Obtuvieron el premio IBA'84 para la reconstrucción de un sector de la ciudad de Berlín y participaron en los proyectos urbanísticos de la Ciudad Olímpica de Barcelona. Se considera a Bohigas como el principal inspirador de la política urbanística del Ayuntamiento de la ciudad condal. Dirigió la ETSAB, de la que es profesor y ha llevado a cabo una intensa actividad como conferenciante y escritor.