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lugar
termino
acepcion
Día en que el pueblo recuerda a quienes murieron en las batallas por la liberación de la Tierra de Israel. Su celebración tiene lugar un día antes del Iom HaAtzamaut.
termino
acepcion
Día en que se recuerda el genocidio que sufrió el pueblo judío en la Segunda Guerra Mundial, a manos de los nazis, y la valentía de sus héroes, que lucharon hasta el último momento. Se celebra en 27 de Yiar.
contexto
En el análisis de esa autopercepción de la mujer aristócrata hay que considerar, en primer lugar, el vestido. El traje de la mujer cortesana constaba de varias prendas, como la saya entera, el verdugado interior, el cartón de pecho, la gorguera o el gran cuello de lechuguilla y el copete. Otra prenda de uso cortesano era la saboyana, parecida a la saya, pero sin cola y abierta la falda por delante, la cual se vestía sobre la basquiña. Respecto a las prendas interiores usaban la camisa alta o baja, el manteo, la almilla, el guardainfante, las calzas y las medias. Para salir a la calle las mujeres usaban bien un manto grande y envolvente o bien mantillos, mantellinas o rebociños más pequeños. Para completar el vestuario de una dama habrá que añadir los trajes para usos especiales, tales como el capotillo y el ferreruelo de camino. Otros complementos obligados en el atuendo femenino eran los tocados (tocas, gorras y gorrillas) y los altos calzados (Chapines), que obligaban a aquellas mujeres a andar deslizándose, sin levantar los pies del suelo. Gráfico En cuanto a los bienes y alhajas de las mujeres nobles es posible tener un conocimiento a través del testamento, de los bienes que poseían y del valor que daban a cada uno de ellos. En 1700, el testamento de Doña María Chacón de Padilla y del Rosal, otorgado estando en buen estado de salud, señalaba, en primer lugar, dónde quería ser enterrada. Como buena cristiana, su primera disposición se refería al descanso de su alma, al lugar de su sepultura, acorde a su posición, y a los sufragios por su alma: 'Quiere que su sepultura sea en la Capilla Mayor de la Iglesia del Convento de Madre de Dios, como pariente y descendiente del fundador y patrono de dicha Capilla, que el día de su entierro o el siguiente se le diga una misa de réquiem cantada con su vigilia y responso y después se dé cumplimiento a 1.000 misas rezadas." En segundo lugar, disponía de aquellos bienes aportados por ella en la dote de matrimonio, que se resumían en 'unas casas en la calle Herrezuelos y diferentes joyas que a continuación relaciona.'Las joyas indican el valor real y el valor subjetivo otorgado por la dama: 'el Rosario de ágata engarzado en oro que tiene (...) y los zarcillos de oro de cinco pendientes de perlas'los cuales deja en herencia a otras dos damas. También dejaba a un sobrino 'unos perendengues (adornos de poco valor) de esmeraldas con racimos de aljófar, para que los tenga vinculados sin poderlos vender ni enajenar.' Finalmente, legaba a don Alejo Pérez de Hoyos, un cuadro de Nuestra Señora de Belén, de mano de Mohedano y otras imagen religiosa que destinaba a un convento: 'entre las alhajas que tiene hay una imagen de la Concepción de Nuestra Señora con su corona de plata sobredorada y una imagen de Jesucristo pintada en tabla con su dosel de terciopelo carmesí, todo lo cual se entregará a doña María de Eslava y Trujillo, religiosa en el Convento de Madre de Dios y a doña Inés de Eslava, su sobrina, que está de pupila en dicho Convento y cuando ambas hayan muerto dichas prendas pasarán a poder del citado Convento.' Por último, el testamento solía recoger los bienes inmuebles, que en este caso 'manda en usufructo a su marido don Francisco de Pedrosa y Cárcamo las casas que tiene en la calle Herresuelos, por los días de su vida.' (89) El mismo esquema seguían otros testamentos como el de doña Francisca Teresa de Trujillo Álvarez y Toledo, viuda, quien lo otorgó estando enferma en cama. En su testamento dispuso, primeramente, el lugar de su sepultura, 'la Iglesia del Convento de Ntra. Sra. del Carmen calzado en la Capilla de Nuestra Señora de las Angustias,'y los sufragios por su alma: 'dos misas de réquiem cantadas, diez de ánimas y 500 misas rezadas.' En segundo lugar, dispuso que de sus alhajas, se entregara a su hermana religiosa una sortija de oro con 17 esmeraldas. En tercer lugar, señalaba la existencia de un lienzo de San Antonio de Padua, un retrato del Obispo de Córdoba, una imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas de medio cuerpo, en una caja con su vidriera. En cuarto lugar, exponía tener empeñado un bernagal (utensilio de plata o metal, a modo de centro de mesa, para ir pidiendo en una procesión) y otras alhajas para poner en venta cuando se produzca su defunción para el pago de este testamento. Finalmente, destinaba también en su testamento las tierras que poseía, concretamente, 25 aranzadas en el Partido de Cartaojal y otras 25 aranzadas de olivar al Partido de Cartaojal. (90)
Personaje Otros
Nacido en el seno de una familia de agricultores, desde muy pequeño se siente atraído por el deporte. Sus condiciones físicas y su capacidad de resistencia le animan a interesarse por el ciclismo. Se inicia en esta modalidad en un modesto Club de su pueblo natal. En 1978, con tan sólo doce años ya pertenece a la Federación Española de Ciclismo, donde aparece inscrito como cadete. Estando en el equipo Reynolds, con diecinueve años ya es vencedor del Campeonato de España que se celebra en 1983. Un año después se traslada a Los Angeles, con motivo de la edición de las Olimpiadas. A partir de este momento va escalando puestos. Antes de participar en el Tour de Francia ya logró destacados triunfos en otras competiciones como el Tour del Porvenir. Coincidiendo con el éxito que estaba protagonizando a mediados de los ochenta Pedro Delgado, la actuación de Induráin fue discreta. En 1985 sólo se le pudo ver en cuatro etapas del Tour. Desde entonces y durante tres años correría como gregario de Delgado. Conocedores de sus habilidades, sus entrenadores, Echevarri y Unzué, le sometieron a un estudiado y minucioso plan para potenciar sus habilidades evitar esfuerzos inútiles. Ambos concentraron sus esfuerzos en ayudar a que Induráin superara las etapas de montaña, ya que por su estructura física eran las que mayor dificultades representaban para él. Con la llegada de la década de los años noventa las victorias son ya habituales en el currículum del ciclista. Estando con el equipo Banesto en 1991, junto con Pedro Delgado, se convierte en líder del equipo. Este año conquista el primer Tour de Francia. Además de otros triunfos que se sumarían a su carrera personal, lograría ser vencedor en otras cuatro ediciones consecutivas del Tour de Francia. En 1992 y 1993 se hizo además con el Giro de Italia. Su última actuación estelar fue en 1996 en los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde ganó el oro en la prueba de contrarreloj. Un año después se retiraba como profesional del ciclismo, aunque su nombre pasaba a formar parte del reducido club de legendarios del ciclismo que como Eddy Merckx, Bernard Hinault o Jacques Anquetil han ganado en cinco ocasiones el Tour de Francia.
obra
contexto
El siglo XVIII fue, indudablemente, una gran época para la industria. Respondiendo al estímulo de unos mercados, internos y exteriores, en constante expansión y contando en muchos casos con la protección estatal, se produjo, especialmente durante la segunda mitad, un impresionante aumento (se partía de unos niveles muy bajos) de la producción manufacturera, que afectó tanto a las industrias más antiguas como a otras de nueva creación. Pero no fue un fenómeno únicamente cuantitativo. El legado del siglo fue, ante todo, el afianzamiento del capitalismo industrial, resultado de la profundización de un proceso iniciado mucho tiempo atrás y que se manifestará en la lenta, pero incuestionable decadencia del tradicional sistema gremial urbano y el paralelo auge de las formas de producción capitalistas -que, hay que subrayar, no suponían en sí mismas novedad alguna-, ya en el marco de la industria rural dispersa animada y controlada por mercaderes-empresarios urbanos, ya en el de la empresa concentrada. La aplicación de algunas novedades técnicas contribuirá al aumento de la producción y, en ciertos casos, al surgimiento de la moderna empresa fabril mecanizada (factory system). En los albores del siglo XIX y en el seno de una Europa aún predominantemente agraria, diversas regiones, más que países, podían considerarse ya industrializadas. Y en Inglaterra comenzaba a configurarse la civilización industrial del futuro.