Nueva Zelanda
Localización
Desarrollo
En torno al año 1000 de nuestra era, pueblos de raza polinesia, probablemente habitantes de las islas del Pacífico central y oriental, arribaron a Nueva Zelanda. Eran gentes que, durante generaciones, habían vivido de la pesca y de la horticultura en sus minúsculas islas tropicales. Los polinesios, siempre en busca de tierras mejores, solían llevar consigo plantas y animales en sus viajes de exploración, para aclimatarlos en nuevas tierras, pero, en esta ocasión, algunas de estas plantas no pudieron adaptarse al clima frío de Nueva Zelanda; a cambio, hallaron allí otras que desconocían: grandes bosques, cuya madera proporcionó la materia prima para lo que iba a ser más característico de las artes visuales maoríes : las tallas de figuras y relieves. Sidney Mead, uno de los mayores especialistas en arte maorí, considera que, hacia el 1500 d.C., se habían consolidado todas las características de su cultura. Califica de clásico el periodo comprendido entre 1500 y 1800 y de transición el que se inició en 1800 y continúa en el presente, en el cual muchos artistas se han movido y se mueven con gran soltura entre las formas tradicionales y las importadas. Efectivamente, el arte maorí siguió floreciendo después de la llegada de los europeos. Hubo cambios dramáticos en su estilo, paralelos a los sufridos en el campo económico y social. Aparecieron formas que no tenían nada que ver con las tradicionales pero, afortunadamente, como en algunas otras áreas del Pacífico, se está afianzando cada vez más la personalidad de las poblaciones autóctonas que pretenden recuperar su cultura tradicional, sin perder por ello las ventajas que pueda reportarles la nueva situación social.
A juzgar por el número de publicaciones dedicadas al arte maorí es éste uno de los estilos que más interés ha despertado dentro de las artes del Pacífico. Las publicaciones más antiguas se limitan, casi exclusivamente, a la presentación de las obras, con una descripción más o menos exacta de las mismas, pero, a partir de la década de los 60, han comenzado a aparecer trabajos de síntesis, que giran, principalmente, en torno a dos puntos: el análisis de los motivos artísticos maoríes y de su evolución, y el intento de desentrañar el significado simbólico de sus formas. Las investigaciones que se refieren al desarrollo histórico del arte maorí sustentan dos teorías opuestas: la una supone que las formas artísticas maoríes tuvieron su origen fuera de Nueva Zelanda, y la otra apoya un origen autóctono y su posterior desarrollo dentro del país. La primera teoría predominaba durante la fase más temprana de la investigación; la segunda va ganando cada vez más adeptos en los últimos años, naturalmente en línea con la pérdida de favor que el difusionismo ha tenido dentro del campo de la antropología en general. Parece evidente que los maoríes emigraron a Nueva Zelanda desde la Polinesia central. Allí, en las Islas Sociedad, Marquesas y Cook, las formas artísticas son bastante contenidas, a base de pequeños e intrincados diseños, en los que predomina lo lineal.
A juzgar por el número de publicaciones dedicadas al arte maorí es éste uno de los estilos que más interés ha despertado dentro de las artes del Pacífico. Las publicaciones más antiguas se limitan, casi exclusivamente, a la presentación de las obras, con una descripción más o menos exacta de las mismas, pero, a partir de la década de los 60, han comenzado a aparecer trabajos de síntesis, que giran, principalmente, en torno a dos puntos: el análisis de los motivos artísticos maoríes y de su evolución, y el intento de desentrañar el significado simbólico de sus formas. Las investigaciones que se refieren al desarrollo histórico del arte maorí sustentan dos teorías opuestas: la una supone que las formas artísticas maoríes tuvieron su origen fuera de Nueva Zelanda, y la otra apoya un origen autóctono y su posterior desarrollo dentro del país. La primera teoría predominaba durante la fase más temprana de la investigación; la segunda va ganando cada vez más adeptos en los últimos años, naturalmente en línea con la pérdida de favor que el difusionismo ha tenido dentro del campo de la antropología en general. Parece evidente que los maoríes emigraron a Nueva Zelanda desde la Polinesia central. Allí, en las Islas Sociedad, Marquesas y Cook, las formas artísticas son bastante contenidas, a base de pequeños e intrincados diseños, en los que predomina lo lineal.