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Datos principales


Desarrollo


Capítulo XIII 391 De los oficios mecánicos que los indios han aprendido de los españoles, y de los que ellos de antes sabían 392 En los oficios mecánicos, así los que de antes los indios tenían como los que de nuevo han aprendido de los españoles, se han perfeccionado mucho; porque han salido grandes pintores después que vinieron las muestras y imágenes de Flandes y de Italia que los españoles han traído, de las cuales han venido a esta tierra muy ricas piezas, porque a donde hay oro y plata viene todo; en especial los pintores de México, porque allí va a parar todo lo bueno que a esta tierra viene; y de antes no sabía pintar sino una flor o un pájaro, o una labor; y si pintaban un hombre o un caballo, era muy mal entallado; ahora hacen buenas imágenes. Aprendieron también a batir oro, porque un batidor de oro que pasó a esta Nueva España, aunque quiso esconder su oficio de los indios, no pudo, porque ellos miraron todas las particularidades del oficio y contaron los golpes que daba con el martillo, y cómo volvía y revolvía el molde, y antes que pasase un año sacaron oro batido. Han salido también algunos que hacen guadamaciles buenos, hurtado el oficio al maestro, sin él se lo querer amostrar, aunque tuvieron harto trabajo en dar la color dorado y plateado. Han sacado también algunas buenas campanas y de buen sonido; éste fue uno de los oficios con que mejor han salido. Para ser buenos plateros no les falta otra cosa sino la herramienta, que no la tienen; pero una piedra sobre otra hacen una taza llana y un plato; mas para fundir una pieza y hacerla de vaciado, hacen ventaja a los plateros de España, porque funden un pájaro que se le anda la lengua y la cabeza y las alas; y vacían un mono u otro monstruo que se le anda la cabeza, lengua, pies y manos; y en las manos pónenle unos trebejuelos que parece que bailan con ellos; y lo que más es, que sacan una pieza la mitad de oro y la mitad de plata, y vacían un pece con todas sus escamas, la una de oro y la otra de plata.

393 Han deprendido a curtir corambres, a hacer fuelles de herreros, y son buenos zapateros, que hacen zapatos y servillas, borceguíes, y pantuflos, chapines de mujeres, todo lo demás que se hace en España; este oficio comenzó en Michuacán, porque allí se curten los buenos cueros de venado. 394 Hacen todo lo que es menester para una silla jineta, bastos y fustes, coraza y sobrecoraza; verdad es que el fuste no le acertaban a hacer, y como un sillero tuviese un fuste a la puerta, un indio esperó a que el sillero se entrase a comer, y hurtóle el fuste para sacar otro por él, y luego otro día a la misma hora estando el sillero comiendo, tornóle a poner al fuste en su lugar; y desde a seis o siete días vino el indio vendiendo fustes por las calles, y fue a casa del sillero y díjole si le quería comprar de aquellos fustes, de lo cual creo yo que pesó a el sillero, porque en sabiendo un oficio los indios, luego abajan los españoles los precios, porque como no hay más que un oficial de cada uno, venden como quieren, y para esto ha sido gran matador la habilidad y buen ingenio de los indios. 395 Hay indios herreros y tejedores, y canteros, y carpinteros y entalladores; y el oficio que el mejor han tomado y con que mejor han salido ha sido sastres, porque hacen unas calzas, y un jubón y sayo, y capa, de la manera que se lo mandan, tan bien como en Castilla, y todas las otras ropas que no tienen número sus hechuras; porque nunca hacen sino mudar trajes y buscar invenciones nuevas.

También hacen guantes y calzas de aguja de seda, y bonetillos de seda, y también son bordadores razonables. Labran bandurrias, vihuelas y arpas, y en ellas mil labores y lazos. Sillas de caderas han hecho tantas que las casas de los españoles están llenas. Hacen también flautas muy buenas. En México estaba un reconciliado, y como traía sambenito, viendo los indios que era nuevo traje de ropa, pensó uno que los españoles usaban aquella ropa por devoción en la cuaresma, y luego fuese a su casa e hizo sus sambenitos muy bien hechos y muy pintados; y sale por México a vender su ropa entre los españoles y decía en lengua de indios: "ticouazne quibenito", que quiere decir: ¿quieres comprar sambenito? Fue la cosa tan reída por toda la tierra, que creo que allegó a España, y en México quedó como refrán: "Ti que quis benito".

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