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Datos principales


Desarrollo


Capítulo 26 Trata como de los presos en guerra cautiuos mexicanos, queriendo los chalcas alçar por rrey de los mexicanos cautiuos e darles un barrio para ellos, no quiso Tlacahuepan, prençipal; antes murió, haziendo çerimonias día señalado Abiendo llegado los chalcas al pueblo y caueçera de ellos en Tlalmanalco, trujeron delante de Quateotl y Teoçiuhteuctli. Bisto tre los cautiuos al prençipal mexicano llamado Tlacahuepan, alçaron boz diziendo: "No 28v no es muerto, como dizen los mexicanos, Tlacahuepan, que éste es". Y luego de hecho acuerdo y consillio tre ellos, acordaron no matar a este prençipal, antes alçar los mexicanos a libres de muerte y que fuese rrey de ellos Tlacahuepan, dexándolo un barrio con todos los otros. Y abiéndolo tendido Tlacahuepan, en prezençia de todo el senado chalcas, se sonrrió, diziendo: "Rríome de bosotros y de buestros banos pensamientos, que este cuerpo y cabeça, braços y piernas y las de mis compañeros mexicanos que aquí estamos, ¿a qué salimos de nra tierra? No a ser señores, sino en campo abenturar nuestros cuerpos, o ser señores de todos los otros o de mataros en justo campo y batalla, y la pretençión buestra fue lo propio. Agora estoy uro poder y, pues sois señores y dello os xatáis, quiero holgarme con mis compañeros. Y luego me traigan un árbol o morillo rredondo muy grande, más de beinte braças en alto, que quiero holgarme y bailar y cantar con mis conpañeros. Y le traigan, quando ayan traído el árbol grande, el atambor y teponaztle, para que con más gloria rresçiba yo bida y muerte".

Abiéndolo oydo los chalcas, trujeron luego un árbol de más de beinte braças en alto e hizieron, a dos o tres estados ante de la punta dél, çercado de quatro tablas, como están los de los pilotos las naos. Y traído, abraçóse junto a la punta, abiendo hecho aguxero para hincallo, e dixo: "Alçaldo en alto". Y lo leuantaron más de quatroçientos yndios chalcas y estando ya hincado, dixo que trujesen el teponaztle y tlalpanhuehuetl, que es como un atabal de los negros que oy bailan las plaças, y el consonante aconpañado, rrolliso, hendido casi la mitad de por medio, hueco de dentro, como de una bara de largo; y para tañerse es con dos barillas, que están la punta de los palillos atados con una cosa se saca debaxo de los rríos caudales o la mar, que es como melcocha tirada negro, llaman ulli, salta. Y començando a tocar los mexicanos el canto suyo, baxo, latimero el canto, dixo desde lo alto Tlacahuepan: "Señores chalcas, oy os compro por mis esclauos, que abéis de seruir y tributar a nros hijos y nietos mexicanos. Y mirá lo que os digo, que esto será çierto y bero". Hiziéronle señal los chalcas que escuchase, que el senado le leuantauan por rrey de todos ellos uniuersalmente y Tlahuepan se sonrrió de ellos y dixo a los mexicanos: "Hermanos y amigos míos, proseguí uro canto". Y tornóles a rreferir a los chalcas que acudiesen con las beras al seruiçio de sus hijos y nietos y subióse la pumta del palo y dixo a los mexicanos: "Ya boi, aguardáme, mexicanos".

Y arróxase de allá de lo alto y quando llegó al suelo estaua hecho pedaços. Y luego, en un ynprouiso, los chalcas tomaron el cuerpo y lleuáronlo al cu de sus ydolos y a todos los mexicanos maniatados los lleuaron allá al cu, y ubo tre todos prençipales y señores chalcas grande alboroto tre ellos: "¿Qué es esto que sobre nosotros a hecho Tlacahuepan y a dicho, que nos echó a todos a dormir de sueño mortal y que emos de perdernos y ser esclauos y basallos de los mexicanos? Pues no a de ser así por 29r porque luego que ayamos hecho sacrifiçio a nro dios Camaxtli con los mexicanos y cuerpo de Tlacahuepan, luego se tienda en proseguir la guerra començada contra los mexicanos, porque ellos con el dolor de los muertos y cautibos an de rreboluer furiosamente sobre nosotros". En este comedio los mexicanos, abiendo tendido, bisto el susçeso y mal de los cautiuos y muertos mexicanos, llamó el rrey Monteçuma a Tlacaeleltzin Çihuacoatl, dixo: "Ya tenéis tendido claramente la muerte de Tlacahuepan, nro hermano y prençipal mexicano, de las manos de los de Chalco y los otros nros hermanos Chahuacue y Quetzalcuauh y demás de Tenuchtitlan mexicanos con ellos. Y agora es menester boluamos otra bes contra los de Chalco, pues an conprado con su sangre de los muertos esta guerra y muerte contra ellos y contra sus pueblos y tierras". Entendido esto por los prençipales y capitanes Tlaacateutl y Tlacochcalcatl, luego començó a dar abiso de que otro día de mañana se juntasen todos y las deuisas de todo género de armas, cueros de tigres, águilas, leones, diziendo: "Agora y no más, hermanos".

Y así, començaron con grandísimo estruendo y bozería, tan furiosos que llegaron a la parte llaman Cocotitlam, media legua antes del pueblo de Tlalmanalco, cabeça de los chalcas, y Huexoçingo, Cholula. Y, llegados a Ytztepantepec, dixo el rrey Monteçuma el biexo a los suyos: "¿A dónde haremos noche para trar de tropel y dalles aluorada, que no quede chalcatl a bida?" Y sobre esta rrazón mandam el rrey Monteçuma y Çihuacoatl que por este mesmo caso nenguno a de boluer a Mexico o morir o alcançar tre los chalcas bitoria: "Y luego nos untemos con barro de arena nros cuerpos, que ya de oy más no ay acordarnos de nros padres, madres, madres, hermanos, mugeres, hijos ni deudos, pues póngaseos por delante las muertes de tantos prençipales hermanos y parientes que en manos de estos malditos chalcas an muerto con tanta crueldad. Duélaos los coraçones de ello, pues fueron balerosos capitanes Tlacahuepan y Chahuacue y Quetzalcuauh, con los demás mexicanos. Y así, ya estamos aquí, començemos a untarnos del barro arenisco nros cuerpos. Bayan luego a topar nro bagaxe y mantenimios doze o beinte mensajeros". Y luego començaron a sentar y labrar su rreal y estançias, buhíos, en Cocotitlam y en Ytztapaltepec. Y estando com belas y escuchas, oyeron a medianoche un búho a llorar y dixo el búho: "Tecolot oco, coco. Tiaca", que dos bezes dixo esto, y "¡Nocne! ¡nocne!". E luego tornó otra bez el búho, dixo: "Tecolo coco. Tetec yollo, yollo". Tornó terçera bez el búho, dixo: "Tecolo coco. Quechtepol chichil, quechtepol chichil. Chalco, Chalco". Y luego dixo: "Tlailotlac yn Çihuacoatl Tlacaeleltzin". Y a esto rrespondió el capitán Tlacaeleltzin, mexicano, a sus conpañeros: "tendéis, hermanos, lo que dize este agüero páxaro". E luego le rrespondieron los mexicanos diziéndole que mentauan y nonbrauan a los chalcas y sus barrios. Rrespondió Tlacaeleltzin: "Ea, hermanos, esforçáos con ánimo baleroso, que esto no lo dize el búho, que biado es". Y así, se lebantaron con baleroso ánimo.

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