Ruralización de Hispania
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Datos principales
Desarrollo
La crisis del imperio romano, entre los años 200 y 400, repercutió en la ruralización de la economía y de la sociedad. Los grandes propietarios se trasladaron a sus latifundios, que se convirtieron en centros de producción y consumo autosuficientes y se explotaron con colonos, gente libre pero empobrecida que, adscrita a la tierra, encuentra trabajo y seguridad bajo la protección del señor del latifundio a cambio de tributos y servicios. Mientras tanto las ciudades, carentes de inversiones de los poderosos y de administración pública, decayeron y llegaron a ser gestionadas por los obispos, únicos dirigentes reconocidos por la comunidad. También en Hispania la crisis convirtió al campo en el eje de la economía. Hasta este momento las villas rurales eran unidades de producción que abastecían a las ciudades pero, poco a poco, fueron cambiando el destino de sus productos hacia el consumo de la propia población de la villa, constituida por el señor y los trabajadores con sus respectivas familias. Éstos explotaban en régimen de colonato, mediante un contrato de arrendamiento, los recursos agropecuarios, además de los distintos servicios: molinos, prensas, lagares, fraguas, etc. con los que se autoabastecía la villa.