Roma - Introducción

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Datos principales


Desarrollo


Según la leyenda, Roma fue fundada por Rómulo en el año 753 antes de Cristo. Sus sucesores fueron ampliando el área habitada hasta convertirla en la capital de un próspero imperio. Roma contaba con casi un millón de habitantes y un buen número de edificios públicos adornaban sus calles y plazas. La decadencia imperial provocará el paulatino declive de la ciudad. El cristianismo calará cada vez más entre sus habitantes hasta convertirse en religión oficial del Estado. Las antiguas catacumbas dejan de ser espacios clandestinos y se construyen las primeras iglesias. A pesar de ser el epicentro del mundo cristiano, Roma continúa su decadencia durante la Edad Media. Poderosos nobles ocupan el poder y se enfrentan entre ellos por dirigir las riendas de la ciudad. Los papas no dudan en huir a Avignon para salvaguardar su seguridad. Con el regreso de los papas, Roma vuelve a recuperar su esplendor. La construcción de la basílica de San Pedro, de los numerosos palacios cardenalicios y de suntuosas iglesias atraerá a los mejores artistas de país. En estas centurias se estructuran los grandes espacios urbanos, como las plazas Navonna o di Spagna. Roma brilla con más fuerza que en época imperial y ese esplendor se mantiene en nuestros días, a pesar de la sempiterna contaminación y el caos circulatorio que caracteriza a la Ciudad Eterna

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