Retablo de Isenheim

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Datos principales


Personaje relacionado

Matthias Gothart-Neithart

Desarrollo


El retablo de Isenheim es la obra maestra de Matthias Gothard, más conocido como Grünewald. La tabla estaba destinada a presidir el altar mayor de la capilla del monasterio de Isenheim, en las cercanías de Estrasburgo. La escena central muestra la Crucifixión de Cristo. Ante un oscuro y amenazante fondo se recortan las diferentes figuras: en el centro, el Crucificado, en un madero que a duras penas resiste su peso, con la agachada cabeza coronada de espinas, transmitiendo a través de las manos el dolor y la tensión que también observamos en el rostro, los pies rotos o la piel llagada; en la zona derecha, la figura de san Juan Bautista, simbolizando con su presencia la redención humana; a su lado, el cordero de Cristo, representando el sacrificio de Jesús por la humanidad. En la zona de la izquierda encontramos las figuras de la Virgen María, vestida de blanco como símbolo de pureza, consolada por el joven evangelista Juan; arrodillada vemos a María Magdalena, reconocible por el tarro de ungüentos con el que ungió los pies de Cristo. En el panel de la izquierda se representa a san Sebastián, uno de los santos protectores contra la peste; aparece sobre una basa estrellada y tras él observamos una columna, donde fue atado y asaeteado, sobreviviendo al martirio tras ser curado por santa Irene. La figura, de clara inspiración italiana, se cubre con un manto rojo, apreciándose al fondo una tela en la que observamos dos ángeles portando una corona.

En el panel de la derecha se encuentra san Antonio, el santo patrón de la orden que regía el Hospicio de Isenheim. También aparece sobre una basa estrellada, vistiendo túnica azul y manto rojo, apreciándose sobre él un demonio que rompe una ventana y transmite la peste gracias a su aliento ponzoñoso. En la predela del retablo se representa el Santo Entierro, una vez que el cuerpo del Salvador ha sido descendido de la cruz para ser depositado en el sepulcro. La enorme figura de Cristo está siendo sostenida por san Juan Evangelista mientras que las santas mujeres lloran e imploran a Dios en un segundo plano, apreciándose a los pies del Salvador la corona de espinas. Un fondo de paisaje cierra la composición.

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