La Venecia de Canaletto

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Datos principales


Desarrollo


Canaletto y Venecia son dos nombres unidos para siempre. Generaciones de europeos han imaginado siempre la Venecia del siglo XVIII, teatral y decadente a través de los ojos de Canaletto. Venecia, deliberadamente grandiosa y monumental en sus pinturas, se mostraba a sus compradores con una belleza más ordenada de la que nunca tuvieron sus bulliciosos canales. En sus primeros trabajos, la mirada de Canaletto se dirigió a las miserables casas o hacia las canteras, alejado de la tópica visión de la ciudad. Pero este tipo de trabajos no gustaba a sus clientes por lo que no dudó en cambiar y ofrecer al espectador la Venecia más turística: el Gran Canal, la Piazza de San Marco, el Palazzo Ducale o las fastuosas ceremonias institucionales. La Venecia que podía hacer las delicias de aquéllos que querían conservar una recuerdo de esta ciudad espectacular y fastuosa. De esta manera, las vistas de Canaletto se convierten en imágenes para el recuerdo de espectadores que visitaron una ciudad de ensueño y que quizá nunca más volverían. Canaletto y Venecia quedaban así unidos eternamente. Como bien dijo Gautier: "con sus palacios y sus góndolas, Venecia era la ciudad de Canaletto".

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