La península Ibérica entre 1031 y 1035

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Datos principales


Desarrollo


Aunque en el primer tercio del siglo XI la mayor parte de la península Ibérica se halla bajo dominio musulmán, éste se encuentra también dividido en diferentes reinos, llamados taifas. Algunas taifas, como las de Tortosa, Valencia, Denia y Almería, son gobernadas por nobles eslavos, llamados saqalibas, esclavos de origen europeo y del norte peninsular que ocupaban altos cargos en la administración y en el ejército califal. En otros casos, al frente de las taifas están personajes de la nobleza local, que han tomado el mando ante el vacío del poder central. Así ocurrió en Zaragoza, Lérida, Toledo, Badajoz, Sevilla, Córdoba y Murcia. A estas grandes taifas acompañaban otras de menor extensión, como eran las de Albarracín, Alpuente, Silves, Mértola, Huelva, Santa María del Algarve, Niebla y Arcos. El panorama de la España musulmana se completaba con aquellas taifas en las que gobernaba una nobleza de origen berberisco, como eran los territorios de Carmona, Morón, Ronda, Algeciras, Granada y Málaga. En el norte peninsular, el territorio cristiano se halla también dividido. Algunas regiones son reinos o están en proceso de serlo, como Galicia, Asturias y León, Castilla, Pamplona y Aragón, mientras que otras son condados, como los catalanes, Sobrarbe y Ribagorza. La frontera entre musulmanes y cristianos deja, en estos momentos, dos grandes áreas todavía despobladas, al sur del Duero y en su cabecera.

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