Invasión de Italia

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Desarrollo


En Italia se pensaba desde hacía tiempo que la guerra estaba perdida, más aun desde la caída de Sicilia a manos aliadas. El 25 de julio de 1943, Mussolini es detenido y, el 3 de septiembre, ante el bombardeo aliado de ciudades como Roma, Milán, Florencia o Nápoles, Italia firma su rendición. Hitler decide organizar una fuerza de ocupación que divide la península en dos sectores: el sur, bajo el mando de Kesselring, y el norte, a las órdenes de Rommel. En el sur, el X Ejército de Kesselring contaba con 6 divisiones, cuatro de las cuales habían escapado muy debilitadas de Sicilia. Por su parte, Rommel cuenta con 11 divisiones más. El plan de Hitler es que las fuerzas del sur retengan el máximo posible el avance aliado, mientras las del norte se parapetan y preparan la defensa tras la línea Gustav. El 3 de septiembre el VIII Ejército de Montgomery desembarcó en Regio Calabria sin encontrar apenas resistencia y comenzó a avanzar hacia el norte. El 8 se puso en marcha la gran flota de invasión, 463 buques con 70.000 hombres, en dirección a Salerno. El ataque a la península se completó con el envío de la 1? División Aerotransportada británica a Tarento. En la madrugada del día 9, las fuerzas de desembarco cayeron sobre Salerno, forzando la retirada de la división alemana más cercana. Sólidamente establecidos en varias cabezas de puente, el día 12 los alemanes contraatacaron con sus 6 divisiones, tratando de romper las líneas de Clark en la zona del río Sele y dando lugar a cruentos combates.

Ante la gravedad de la situación, sólo el auxilio de 18 buques de guerra logró parar en seco a los alemanes, que comenzaron a replegarse a partir del día 16. El avance aliado continuó imparable en las semanas siguientes, forzando a los alemanes a retrasar sus líneas de defensa constantemente. A comienzos de octubre, los aliados superaban la línea Nápoles-Foggia; a mediados de mes la ofensiva aliada alcanzaba ya la línea Capua-Térmoli. El último repliegue alemán se produjo por detrás de la línea Gustav, cuyo eje era Montecassino. Sobre esta posición, Kesselring, nombrado comandante en jefe de Italia al frente del grupo de Ejércitos C, montó un excelente entramado defensivo. Allí fue donde, realmente, comenzó la verdadera campaña de Italia.

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