El emirato de Córdoba

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Datos principales


Desarrollo


En el siglo VIII, el emirato de Córdoba alcanza su máxima expansión en la Península Ibérica. Hacia el 750, sólo los núcleos cristianos de la franja norte peninsular quedan fuera del alcance musulmán. La presión del Emirato sobre el reino franco hace que éste lleve sus fronteras hacia el sur, comprendiendo los territorios de Navarra, Aragón y la Marca Hispánica. La llamada reconquista cristiana logra tomar, hacia el 780, una ancha franja de terreno, extensión que se irá agrandando progresivamente en los años siguientes. Así, hacia el 868, los reyes cristianos consiguen avanzar hacia el sur, ocupando o repoblando ciudades como Santiago, Astorga o León. El empuje progresivo de la frontera lleva, en el 912, hasta una línea tras la que se sitúan las ciudades de Oporto, Zamora o Simancas. Finalmente, hacia finales del siglo X, los cristianos han conseguido adelantar la frontera y tomar ciudades como Coimbra, Salamanca o Sepúlveda. De forma paralela al proceso conquistador, los territorios cristianos van evolucionando en su organización. Así, surgen nuevas entidades, como el reino astur-leonés, el condado de Castilla y los señoríos de Vizcaya y Alava. En el antiguo territorio bajo control franco, se configuran ya hacie el año 1000 el reino de Pamplona y los condados de Aragón y Sobrarbe, que poco después pasarán a formar el reino de Navarra. En el Pirineo central se ubican los condados de Ribagorza y Pallars, mientras que por el lado oriental permanece la Marca Hispánica.

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