Desembarco en Sicilia

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Datos principales


Desarrollo


En Sicilia, a las órdenes del 6? Ejército de Guzzoni, se encontraban estacionadas cuatro divisiones italianas y dos alemanas, a las que se unieron otras seis más desplegadas en las costas junto con varios regimientos y brigadas. El total de efectivos humanos era de 228.000 hombres y unos 265 carros de combate. En el aire, las fuerzas del eje contaban con 520 aparatos, aunque sólo un tercio de ellos estaba en condiciones de volar. Disponían también de una poderosa artillería de 1.500 piezas, además de la potente flota de guerra italiana que, no obstante, apenas intervendrá. Los aliados contaban con el 8? ejército británico, a las órdenes de Montgomery, y el 7? norteamericano, dirigido por Patton. En total, 1.370 navíos de guerra y transporte, además de 1.100 lanchas de desembarco, debían llevar hasta la isla 181.000 hombres, 600 carros, 1.800 cañones y 14.000 vehículos de diferente tipo. La cobertura aérea la garantizaban más de 4.000 aparatos. El bombardeo de la isla de Pantelaria, el 9 de junio de 1943, constituyó el prólogo a la invasión. Ésta comenzó con el bombardeo de varias posiciones del Eje y el lanzamiento en paracaídas de cientos de maniquíes para confundir al enemigo. El 10 de julio se inició el desembarco entre Siracusa y Licata, un litoral de 180 kms. defendido sólo por la 206 división y la 18? brigada costera. La artillería naval barrió pronto las defensas de costa. La escasa guarnición de tan larga línea, sin apoyo de artillería ni blindados, fue arrollada por las fuerzas de desembarco.

El contraataque germano-italiano con divisiones blindadas rechazó a los norteamericanos hasta la costa, pero sufrieron muchas pérdidas por la acción de los cañones de la escuadra y hubieron de retirarse. Mientras, Montgomery ocupaba casi sin resistencia Siracusa y Augusta. El 14 de julio, a pesar de la oposición alemana, enlazaban el 7? Ejército norteamericano y el 8? británico en la zona de Ragusa. El 22 de julio, Patton, con su 7? Ejército, pudo progresar por la costa occidental con gran rapidez, tomando Palermo y dispuesto con su agresividad a ganarle a Montgomery su carrera hacia Messina. Sin embargo, no pudo conseguirlo, pues le salieron al paso las fuerzas alemanas y le frenaron junto a San Stefano. Las tropas del Eje formaron desde el 2 de agosto una fuerte línea defensiva que les permitió resistir con comodidad hasta que desembarcaron en la isla 11 divisiones aliadas más. Estas, además, gracias a los aeropuertos de Comiso y Ragusa, contaban con el dominio de los cielos. Ante el acoso aliado, los alemanes dispusieron la retirada, concentrando en Messina cuanta artillería antiaérea pudieron reunir y apoyando la operación desde los aeródromos del sur de Italia. En la madrugada del 17 de agosto los últimos alemanes evacuaban Messina, y sólo algunos grupos de retaguardia retrasaban el avance aliado. A las 10 de la mañana, los aliados entraban en la ciudad.

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