Desembarco en Anzio

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Datos principales


Desarrollo


El desembarco en Anzio fue encomendado al VI Cuerpo de Ejército de Lucas. A las 2 horas del día 22 de enero, cientos de salvas de cohetes cayeron sobre la población, preludio de la primera oleada de desembarco. Esta se encontró con una ciudad desierta, sin enemigos, lo que les permitió realizar un rápido avance. Los ingleses de Penney se desplegaron hacia el Fosso della Molletta, mientras los americanos de Truscott fueron por el canal de Mussolini hacia Cisterna di Latina. Allí les acogió el fuego de las piezas de largo alcance de los montes Albanos por parte de los alemanes del XIV Ejército de Mackensen. Pero unos minutos después el fuego cesó. Al anochecer, el 70 % de las tropas y más de 3.000 vehículos había desembarcado, sin que nadie impidiera el avance hacia el interior. Al mismo tiempo, los alemanes se afanaban en enviar refuerzos a la zona. Las divisiones 3? Panzergrenadier y la Panzerdivision Hermann Göring recibieron órdenes apremiantes de dar la vuelta desde Casino para cubrir el área de desembarco. Ignorantes de la debilidad alemana, que hubiera permitido tomar Roma con pequeño esfuerzo, los aliados cometieron el error de atrincherarse y mantener posiciones defensivas. Entretanto, los alemanes fortificaban pueblo enteros, y hasta inofensivos montones de paja se convirtieron en 48 horas en una posición gigantesca repleta de antitanques y carros Panzer IV y Panther camuflados. Enfrente, esperaban a los aliados 8 divisiones alemanas fuertemente pertrechadas.

Los americanos decidieron lanzarse hacia Cisterna y los británicos hacia Campo Leone. Los Rangers, que habían atravesado de noche la Fossa di Pantano, cayeron en una emboscada y fueron aniquilados. Lo mismo sucedió con los regimientos ingleses Duke of Wellington y Sherwood Forester. Ametrallados de flanco y sin medios acorazados, fueron deshechos. Encuadrados por la artillería pesada alemana que hacía blanco en la congestionada cabeza de puente, los aliados cayeron a miles en Aprillia, el bosque de Padiglioni o la colina de Buonriposo. La Luftwaffe, acumulando escuadrones llegados de Francia o los Balcanes, machacó insistentemente Anzio, mientras por tierra los alemanes pasaban al contraataque. La Operación Shingle, el desembarco en Anzio, era ya un sangriento fracaso que comprometía el éxito de las operaciones en Montecassino.

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