Batalla de Arsuf

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Datos principales


Desarrollo


La caída de Jerusalén motivará la Tercera Cruzada, que tiene lugar entre 1189 y 1192. Dirigida por Federico I Barbarroja, partirá desde Ratisbona en dirección a Asia Menor, donde se vencerá en Iconio. Pese a la muerte del rey cristiano, los cruzados llegaron a las puertas de San Juan de Acre. Como refuerzo salieron desde Inglaterra Ricardo Corazón de León y desde Francia Felipe II. Acre es conquistada y los cruzados se dirigen hacia Jerusalén, montando su campamento en Jaffa. El gran combate se producirá muy cerca, en las colinas de Arsuf. Al amanecer del 7 de septiembre de 1191 los cruzados levantaron su campamento y cruzaron el río Rachetaillee, encontrándose con un gran ejército sarraceno que bloqueaba su avance. Saladino contaba con unos 20.000 hombres, de los cuales 10.000 eran caballeros, mientras que los cruzados sólo disponían de 1.200 caballeros y 10.000 infantes. La caballería turca de Saladino, apoyada por lanceros árabes y arqueros nubios, lanzó su ataque por el flanco izquierdo, pero Ricardo aguantó y pudo contener el ataque. A media tarde, los caballeros hospitalarios y franceses no resistieron la presión y se lanzaron a la carga contra el ala derecha de la caballería musulmana. Ante el éxito inicial, Ricardo envió a los templarios en una segunda carga hacia el flanco izquierdo sarraceno. Viendo los resultados del contraataque cruzado, Saladino envió a su guardia personal a la lucha. Los cruzados aguantaron una vez más el empuje y continuaron con su ataque, lo que provocó la derrota de buena parte de las tropas sarracenas, mientras que el resto se dispersó hacia las colinas cercanas a Arsuf. Las bajas de Saladino se cifraron en unos 7.000 soldados. Jerusalén, sin embargo, no pudo ser tomada, debiendo los cristianos retirarse a Ascalón. Gracias a su victoria, la franja costera entre Tiro y Jaffa pasó a manos cristianas, al igual que Chipre. La tercera Cruzada finalizó con el pacto entre Saladino y Ricardo, por el que se garantizaba a comerciantes y peregrinos el libre acceso a Jerusalén.

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