La sociedad asiria se hallaba dividida a grandes rasgos en hombres libres (asiru) y esclavos (ardani). Entre los primeros había tres grandes subdivisiones: awilu, la alta nobleza; assuraiau, el pueblo llano, y hupshu, los más humildes. Los esclavos tenían un origen diverso y estaban privados de derechos, siendo considerados un bien o mercancía. Se sabe que tres esclavos pudieron equivaler a un caballo.