Familia Welser
Desarrollo
Radicados en Augsburgo, los cuatro hermanos, Bartolomé, Lucas, Ulrice y Jacobo constituyeron una sociedad en 1476, dedicada a la explotación de las minas de plata centroeuropeas, el comercio de manufacturas textiles flamencas, de lana inglesa y de productos orientales. Incrementadas sus ganancias, extendieron su negocio a Venecia, Amberes, Portugal y España. En Portugal lograron en 1503 diversos privilegios. En competencia con los Fugger, su apoyo económico a la coronación imperial de Carlos I les grajeó grandes beneficios. Además mediante sus agentes en España, Enrique Ehinger y Sebastián Schoepperl, se transfirieron a Alemania los fondos electorales recaudados en España. La deuda de la corona fue en parte sufragada con los bienes confiscados a los misioneros, mientras que su influencia en la corte crecía de manera notable. Como pago, lograron en 1525 la concesión de comerciar con América en las mismas condiciones que los castellanos y diversas licencias de trata de esclavos . En 1528 lograron la exclusividad de explotación sobre una zona de Venezuela, debiendo desistir en 1546. También lograron la concesión de una factoría en Santo Domingo, con la posibilidad de establecer una ruta comercial en régimen de monopolio con Flandes. En 1530, Bartolomé, director de la sociedad desde la muerte de su padre Anton en 1518, se encargó de administrar el lucrativo Maestrazgo de Órdenes Militares, como garantía de un préstamo de más de 200.000 ducados, al diez por ciento, a descontar de las rentas menestrales. Su conversión al protestantismo les granjeó enemigos y antipatías en la corte imperial y deterioró las relaciones con España. La bancarrota de 1556 les obligó a admitir una quita en las deudas de la Corona y supuso dejar de trabajar con la Hacienda imperial. En 1614, tras una larga decadencia, fue declarada la quiebra con Matías Welser.