La Cuarta Cruzada definirá la historia del Imperio Bizantino al ser conquistada la ciudad de Constantinopla por los cruzados en el año 1204. Los diferentes emperadores intentarán recuperar el poder. Gracias a la flota y al apoyo genoveses, Miguel VIII recuperó Constantinopla (julio de 1261)y a su muerte en 1282 la restauración de la independencia bizantina estaba consolidada.