Inocencio XI
Desarrollo
De nombre civil Benedicto Odecalchi, había sido propuesto como pontífice en ocasiones anteriores, siendo designado cardenal por Inocencio X . De éste toma su nombre cuando es elegido Papa en 1676. Las reticencias de Francia a su nombramiento continuarán durante su apostolado, siendo frecuentes los enfrentamientos con Luis XIV . El primer motivo de discordia son los llamados galicanismos, esto es, el reconocimiento de los derechos del rey francés sobre la Iglesia en Francia, concordados entre León X y Francisco I en 1516, lo que supuso la derogación de la Pragmática Sanción de Bourges (1438). En la práctica, este acuerdo supone la aceptación de Luis XIV como jefe de la Iglesia gala, lo que provoca un enfrentamiento con la Curia Romana. Para dilucidar la cuestión, treinta y cuatro obispos franceses y treinta y siete representantes del clero inferior, designados con antelación para que sean favorables al rey, formaron la Asamblea del clero en 1663, que inició sus deliberaciones con el discurso de Bossuet sobre la unidad de la Iglesia y dictaminó que las costumbres de la Iglesia galicana son derechos que no pueden ser obviados por el Papa quien, además, ocupa una posición jerárquica inferior al Concilio. La protesta de Inocencio XI, si bien no consiguió nada positivo, perdurando el galicanismo hasta el Concilio Vaticano I (1870), que fijó la infalibilidad del Papa y su jurisdicción universal. Un segundo motivo de discordia con el monarca francés lo constituyeron las regalías, según las cuales Luis XIV podía nombrar al administrador de una diócesis cuando un obispo moría.
El derecho de regalía, vigente en buena parte del territorio francés, otorgaba al rey un inmenso poder político y económico, con la aquiescencia del papa Clemente X . La protesta de algunos obispos ante Inocencio XI reactivó, sin embargo, las hostilidades. Así, éste escribió misivas exhortando al monarca a no inmiscuirse en los asuntos eclesiásticos, que no fueron contestadas. Una reprimenda del Papa en 1679 hizo que un año más tarde la Asamblea del Clero galicano se declarara en contra del pontífice y a favor del rey, iniciándose un largo período de desavenencias que dejó vacantes buena parte de los obispados franceses, no reconocidos sus ocupantes por el Papa. El tercer motivo de discordia fueron los derechos de asilo de las embajadas en la ciudad romana, que se extendía a voluntad del embajador no sólo al interior del Palacio sino a todo el barrio circundante. Inocencio XI suprimió el derecho en 1687 y Francia decidió protestar, por lo que su embajador fue excomulgado. Luis XIV lo consideró un ataque personal y resolvió ocupar a su vez Avignon y el condado venesino, propiedad de la Santa Sede. La muerte de Inocencio XI en 1689 resolvió el asunto, al firmar el nuevo pontífice, Alejandro VIII , la paz con Luis XIV, a cambio de renunciar al derecho de asilo y devolver los territorios ocupados por el monarca francés. La cuestión de las regalías aun quedará pendiente hasta el reinado de Inocencio XII. Por otro lado, la presión turca sobre Viena empuja a Inocencio XI a formar una alianza con el emperador Leopoldo I, el rey Juan III Sobieki de Polonia y tropas húngaras, a la que se opondrá Luis XIV. Los ejércitos cristianos conseguirán vencer a los turcos a las puertas de Viena en 1683 y reconquistar Budapest tres años más tarde, con lo que Hungría se verá libre de la presión turca. Como recuerdo por la victoria en Viena, Inocencio XI proclamó la festividad del Nombre de María, el 12 de septiembre. En 1956, pese a la oposición francesa, fue beatificado por el papa Pío XII.
El derecho de regalía, vigente en buena parte del territorio francés, otorgaba al rey un inmenso poder político y económico, con la aquiescencia del papa Clemente X . La protesta de algunos obispos ante Inocencio XI reactivó, sin embargo, las hostilidades. Así, éste escribió misivas exhortando al monarca a no inmiscuirse en los asuntos eclesiásticos, que no fueron contestadas. Una reprimenda del Papa en 1679 hizo que un año más tarde la Asamblea del Clero galicano se declarara en contra del pontífice y a favor del rey, iniciándose un largo período de desavenencias que dejó vacantes buena parte de los obispados franceses, no reconocidos sus ocupantes por el Papa. El tercer motivo de discordia fueron los derechos de asilo de las embajadas en la ciudad romana, que se extendía a voluntad del embajador no sólo al interior del Palacio sino a todo el barrio circundante. Inocencio XI suprimió el derecho en 1687 y Francia decidió protestar, por lo que su embajador fue excomulgado. Luis XIV lo consideró un ataque personal y resolvió ocupar a su vez Avignon y el condado venesino, propiedad de la Santa Sede. La muerte de Inocencio XI en 1689 resolvió el asunto, al firmar el nuevo pontífice, Alejandro VIII , la paz con Luis XIV, a cambio de renunciar al derecho de asilo y devolver los territorios ocupados por el monarca francés. La cuestión de las regalías aun quedará pendiente hasta el reinado de Inocencio XII. Por otro lado, la presión turca sobre Viena empuja a Inocencio XI a formar una alianza con el emperador Leopoldo I, el rey Juan III Sobieki de Polonia y tropas húngaras, a la que se opondrá Luis XIV. Los ejércitos cristianos conseguirán vencer a los turcos a las puertas de Viena en 1683 y reconquistar Budapest tres años más tarde, con lo que Hungría se verá libre de la presión turca. Como recuerdo por la victoria en Viena, Inocencio XI proclamó la festividad del Nombre de María, el 12 de septiembre. En 1956, pese a la oposición francesa, fue beatificado por el papa Pío XII.