Gregorio III
Desarrollo
A la muerte de Gregorio II la curia cardenalicia eligió a un hombre natural de Siria como su sucesor. Éste tomó también el nombre de Gregorio y continuó la política de su antecesor, contraria a la iconoclastia defendida en Bizancio y favorable a la promoción de las misiones. Convocó un concilio en Roma el mismo año de su nombramiento (731).