Virgen en el trono

Las obras de Cosme Tura se van a caracterizar por la actitud nerviosa de sus figuras, inspiradas en Mantegna

Andrea Mantegna

Pintor renacentista italiano (1431-1506) aportará al Quattrocento un marcado interés por la perspectiva, figuras monumentales y múltiples referencias, tanto arquitectónicas como decorativas, al mundo clásico. Cuñado de Giovanni Bellini, el vivo colorido de las Escuelas veneciana y flamenca transmite una brillantez significativa a sus trabajos. Donatello y Masaccio fueron sus más directos inspiradores, siendo considerado como un "escultor" del pincel.

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hasta el punto de ser considerado por algún especialista como el manierista

Manierismo

El Manierismo constituye un estilo derivado de la evolución última de las teorías del Renacimiento, más bien, de una violación sistemática de estas teorías. Fue un estilo creado para clientes muy refinados, que deseaban un arte sofisticado y cortesano.

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del Quattrocento. Este nerviosismo se puede apreciar en esta Virgen en el trono, tabla principal del Políptico Roverella que hoy se encuentra disperso por diferentes museos. La disposición vertical del soporte obligó a Cosme a diseñar una serie de elevados escalones para acceder al trono donde se sienta María con el Niño, en cuya postura encontramos ciertas referencias a la Pala Brera de Piero della Francesca

Piero De Benedetto Dei Franceschi

Pintor renacentista italiano (1416-1492) preocupado especialmente por la luz y por la perspectiva, continúa con las ideas quattrocentistas de Masaccio. Entre sus seguidores destaca Luca Signorelli.

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. Una corte de ángeles músicos acompaña a María mientras otros dos contemplan una curiosa estructura en la zona baja. La escena se remata con una bóveda de cañón decorada con casetones totalmente clásicos; las figuras gozan de soberbia monumentalidad, cubiertas con pesados paños que aportan elegancia y distinción. La perspectiva está conseguida gracias a la referencia arquitectónica y a la disposición de los personajes en diferentes planos y alturas, resultando una obra de gran belleza. En el anecdotismo de la composición hay también una evidente influencia de Mantegna e incluso del propio Piero.