Virgen de la Oliva
Datos principales
Autor
Fecha
1629
Estilo
Material
Dimensiones
183 cm altura
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El retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Oliva en Sevilla está presidido por esta espléndida Virgen de la Oliva. El retablo fue contratado en 1629 por Miguel Cano, padre del maestro, quien rápidamente lo traspasó al hijo, consiguiendo el joven artista uno de sus primeros encargos de importancia. A Alonso Cano también se debe la traza arquitectónica, incluyendo importantes novedades como el empleo de un orden arquitectónico colosal, que se remata con la imagen de Cristo en el ático. Las pinturas de Pablo Lescot completan el conjunto Obra juvenil de Alonso Cano , la talla es de tamaño algo mayor que el natural. La Virgen se nos muestra erguida y majestuosa, cubierta la cabeza con el manto que llega hasta sus pies, creando de esta manera una silueta fusiforme, muy del agrado del maestro. Con sus manos la Virgen sostiene al Niño Jesús, desnudo, en actitud de presentarlo a los fieles. El joven artista toma algunos elementos de su maestro, el genial Martínez Montañés : la serenidad de la Madre de Dios, la belleza melancólica de su rostro o la gracia del Niño, con una curiosa iconografía al mostrarlo sonriente y gordezuelo. Pero Cano busca la naturalidad de sus figuras, evitando los acentuados contrastes entre luz y sombra o el dramatismo de los rostros y los gestos, creando una figura cargada de elegancia, enlazando Cano de esta manera con los prototipos de la escultura andaluza del segundo tercio del XVII. La policromía del retablo se debe a Pablo Lescot, aunque seguramente el propio Cano dictase las directrices ya que presenta esta talla un refinamiento y una riqueza de la que carecen las obras de Lescot.