Tres cruces de oro (Tesoro de Guarrazar)

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El tesoro de Guarrazar se descubrió en el siglo XIX cerca de esta localidad toledana, en un escondrijo de la cámara lateral de una iglesia de crucero; se dispersó en el comercio de antigüedades, de forma que algunas de sus mejores joyas estuvieron casi un siglo en París, hasta la recuperación para el Museo Arqueológico Nacional en el intercambio realizado con Francia en 1941; otra parte pasó a la Armería Real por adquisición de Isabel II, donde sufrió expolios en 1921 y 1936, y ahora se conserva en el Palacio de Oriente. La parte fundamental del tesoro son las coronas votivas y las cruces. Los tipos de cruces son semejantes a las famosas coronas: de láminas recortadas con repujados o rótulos de los dedicantes, o de chapas sobre las que van soldadas las celdillas en las que se engastan las piedras.

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