Trenes saliendo de la estación de Saint-Lazare
Datos principales
Autor
Fecha
1877
Estilo
Material
Dimensiones
60 x 80 cm.
Museo
Contenidos relacionados
Argenteuil ya no tenía motivos atrayentes para Monet y buscó la inspiración en París , eligiendo la estación de Saint-Lazare -de donde partían los trenes hacia Le Havre y Argenteuil- como motivo de sus próximos trabajos. Renoir cuenta que su buen amigo Claude estaba interesado en reproducir el efecto de la luz solar sobre las nubes de vapor. Incluso consiguió retrasar la salida de algunos trenes porque la luz del sol era mejor, sin olvidar que los trenes se recargaron de carbón para expulsar más vapor y los andenes fueron cerrados. La visita del pintor al director de ferrocarriles hizo sus deseos realidad. La modernidad que suponía el ferrocarril era un aliciente para los maestros impresionistas pero Monet estuvo más interesado en captar sensaciones lumínicas y atmosféricas, como ya había hecho Turner en Lluvia, vapor y velocidad . Con esta serie inaugura Monet un nuevo método de trabajo, en el que un mismo motivo será visto desde diferentes momentos lumínicos, mostrándose la evolución de la luz y el color aplicada al mismo objeto. Las series de la Catedral de Rouen, los Almiares o los puentes de Londres continuarán con esta fórmula de trabajo que tanto admiró Claude. En esta ocasión los trenes saliendo de la estación de Saint-Lazare en un día nublado crean un sensacional efecto atmosférico, mezclando el vapor de las locomotoras con las nubes. La estructura metálica de la estación se aprecia al fondo, de la misma manera que podemos intuir las vías y las señales. La pincelada no puede ser más rápida y abocetada, consiguiendo un efecto de inacabado que fue muy criticado por los especialistas cuando las obras fueron presentadas en la tercera exposición de los impresionistas , en abril de 1877.