Tempio Canoviano, Possagno (Italia)
La obra de Antonio Canova (1757-1822) ejerció una autoridad ilimitada sobre toda una generación de artistas. Su fama atrajo la curiosidad de Napoleón -o más bien la de sus publicistas-, y este escultor de los papas se convirtió en representante artístico del Imperio. El distante rigor clasicista de su estatuaria fue un exponente bien acomodado en la parafernalia neorromana de la corte napoleónica Possagno, el pueblo natal de Antonio Canova, conserva numerosas obras del artista en la Gliptoteca y en el Templo Canoviano, que alberga también obras de Palma el Joven y de Luca Giordano .