Soldados del Décimo Regimiento de Dragones Ligeros

El futuro Jorge IV, en esos momentos Príncipe de Gales, encargó a Stubbs este lienzo con motivo de su nombramiento como coronel comandante del Décimo Regimiento de Dragones Ligeros. Stubbs nos presenta a cuatro dragones anónimos: a caballo, un sargento, y en pie un corneta, un nuevo sargento y un recluta. Los soldados aparecen con su correspondiente uniforme, en actitud de presentar respetos al que contempla el cuadro, es decir, el Príncipe de Gales. A pesar de parecer soldaditos de plomo, si el espectador fija su mirada puede comprobar como Stubbs se ha interesado por captar tanto sus diferencias físicas como psíquicas, ofreciendo un amplio muestrario de estados anímicos. Los soldados se ubican en un paisaje, posiblemente en las cercanías de Brighton donde tenían su campamento. La minuciosidad y el detallismo, tanto a la hora de representar los uniformes como el caballo, indican la maestría de Stubbs, mostrando una calidad casi fotográfica.