Simeón en el templo

Datos principales


Autor

Rembrandt Harmensz,Harmenszoon van Rijn

Fecha

1627-28

Estilo

Barroco Centroeuropeo

Material

Oleo sobre tabla

Dimensiones

55 x 48 cm.

Museo

Hamburger Kunsthalle

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Según nos cuenta San Lucas (Lucas 2; 25-35) "cuando se cumplieron los días de la purificación, según la Ley de Moisés, subieron al Niño a Jerusalén para ofrecerlo al Señor. (...) Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él. El Espíritu Santo le había revelado que no moriría sin ver a Cristo del Señor. Fue, pues, movido por el Espíritu al Templo; y al entrar los padres con el Niño Jesús para cumplir lo establecido por la Ley acerca de El, lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios. (...) Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, muy avanzada en edad. (...) Era viuda de 84 años y no abandonaba el Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Llegó en aquel mismo momento y daba gloria a Dios hablando del Niño a todos los que esperaban la redención de Israel."Rembrandt recoge en esta entrañable escena lo narrado por el evangelista. Así contemplamos a Simeón sosteniendo en sus manos al Niño y bendiciendo a María mientras la profetisa Ana gesticula con sus manos; José queda en penumbra, retirando protagonismo al santo. La escena se desarrolla en un interior, apreciándose una gran columna tras las figuras, penetrando la luz a través de las ventanas del templo. La escena es sosegada, a excepción de los gestos de Ana, destacando las expresiones de los personajes, narrando perfectamente el maestro la historia. El juego de luces es totalmente tenebrista al igual que las tonalidades empleadas, mostrando la capacidad de Rembrandt como iluminador, su principal característica.

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