Sepulcro de Juan II y su esposa y retablo de la Cartuja de Miraflores

Datos principales


Autor

Gil de Siloe

Fecha

1486-99

Material

Alabastro

Museo

Cartuja de Miraflores

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La capilla mayor de la iglesia de la cartuja de Miraflores es uno de los grandes santuarios del gótico europeo, debido al encuentro de una extraordinaria promotora, la reina Isabel, y un magnífico artista, Gil de Silóe. Al encargar el sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal, Isabel cumplía un deseo de su padre, pero fue más allá de estas expectativas, añadiendo primero el sepulcro de su hermano Alfonso, muerto en la adolescencia y comprometido en la oposición a su hermanastro Enrique IV. Luego, el retablo mayor en madera. Es un proyecto artístico, un recuerdo filial, pero también con un contenido político. El sepulcro de Juan II tiene planta de estrella. Sobre la cama están los dos yacentes de rey y reina, ligeramente inclinados hacia lados contrarios. En el facetado conjunto de planos de diversos frentes se despliega un inmenso número de figuras alusivas a la muerte y redención, a las virtudes que debe practicar el príncipe, etc. Es una apoteosis triunfal del más desenfrenado detalle esculpido, tanto requerido por el programa, como añadido a modo de ornato por el artista. En ningún detalle decae la extraordinaria calidad de ejecución. La exquisita habilidad de Gil de Silóe en el tratamiento del alabastro le permitió obtener calidades muy diferenciadas en telas, carnaciones, vegetales, etc. En 1496 Silóe contrata, con el pintor Diego de la Cruz, el retablo mayor. El diseño, con semejanzas parciales en la miniatura y en el tapiz, vuelve a mostrar un Silóe creativo, que descompone el gran rectángulo total en figuras geométricas en las que predomina el círculo. El programa también es complejo, aunque la idea eucarística y redentora predomina sobre otras. Aunque haya desigualdades de ejecución en total es mejor que el de la catedral y su mano se describe en cada parte. La policromía parece excelente, pero seguramente una cuidada limpieza le devolvería una parte de su esplendor, anulando un cierto aire oscuro que domina.

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