San Serapio
Datos principales
Autor
Fecha
1628
Estilo
Material
Dimensiones
120 x 103 cm.
Museo
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La imagen de este santo mártir ofrece las más típicas características de Zurbarán, en especial las de su época de prestigio recién adquirido en la ciudad sevillana. Su estilo se caracteriza en estos momentos y en este lienzo en particular por el evidente tenebrismo con el que realiza la obra. En el óleo tenemos la imagen del fraile mercedario atado por las manos, con el rostro desfallecido, caído patéticamente sobre su hombro. El escudo de su Orden cae oblicuo sobre el pecho, tan desmadejado como el cuerpo exánime del santo. La obra fue encargada junto con otros lienzos para el convento de Nuestra Señora de la Merced Calzada de Sevilla, el segundo encargo de importancia de Zurbarán en la capital andaluza. Destaca la dramática iluminación, con un fondo absolutamente negro que realza la triste silueta del monje, envuelto en sus hábitos blancos. La segunda llamada de atención es sin duda la cartela clavada con un alfiler en la cual el pintor estampa su firma. No es sino un trampantojo, un truco muy explotado por los pintores sevillanos del momento, fingiendo ser un papelito real sobre el lienzo. Esto demuestra la pericia del autor en su plasmación de la realidad y el engaño al espectador. Estaba colgado en una capilla donde se velaba a los difuntos.