San Jerónimo

El San Jerónimo pintado por Goya para la ermita de Nuestra Señora de la Fuente de Muel es la figura más personal de la serie. Situado en el lado de la izquierda junto a la capilla mayor, aparece sentado, con la cabeza dirigiéndose hacia el espectador, vistiendo capa pluvial rojiza y mitra; en su mano izquierda porta el báculo y en la derecha el libro. Tras él contemplamos un templete realizado para completar el espacio compositivo. Las diferencias iconográficas con el San Jerónimo

San Jerónimo

Uno de los padres de la Iglesia pintado por Goya entre 1762-1766 para la decoración de las pechinas en la iglesia de San Juan de Calatayud.

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de Calatayud son significativas. Al igual que en San Agustín

San Agustín

Obra realizada por Goya en 1770 para la decoración de las pechinas de la ermita de Nuestra Señora de la Fuente en Muel, siguiendo el programa iconográfico de los Padres de la Iglesia.

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, esta figura contiene ecos de Bayeu

Francisco Bayeu y Subías

Este pintor zaragozano evolucionó del rococó a un neoclasicismo académico. Fue discípulo de A. R. Mengs.En sus primeras obras estuvo influido por Lucas Jordán pero más tarde las irá transformando hacia un estilo neoclásico como Mengs.

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, Giaquinto

Corrado Giaquinto

Corrado Giaquinto fue uno de los más afamados autores del Barroco Decorativo en Italia.

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y Tiepolo

Giambattista Tiepolo

Pintor del Barroco italiano, sus raíces artísticas se encuentran en Piazzeta y Veronés. Consiguió triunfar en toda Europa y, avalado por ese éxito, llegó a España llamado por Carlos III para decorar los techos del Palacio Real de Madrid. Su enfrentamiento con el Neoclasicismo de Mengs le valió la incomprensión de buena parte del público y de la crítica. Alguna de sus obras influirá en Goya.

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, dentro de la corriente docorativista del barroco

Barroco Italiano

El Barroco es un estilo complejo en sus composiciones y temas. Se supeditó al poder de los Papas y de la Contrarreforma en Italia. Se divide en dos Escuelas: el Naturalismo tenebrista emblematizado por Caravaggio, y el Clasicismo de Annibale Carracci, al servicio de los palacios nobiliarios y los monumentos.

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final. La aplicación de la luz sobre las figuras es digna de resaltar, creando un atractivo juego de contrastes lumínicos que acentúan el volumen de los santos.