Rapto de las hijas de Leucipo
Datos principales
Autor
Fecha
1616-18
Estilo
Material
Dimensiones
222 x 209 cm.
Museo
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Entre las obras mitológicas más importantes salidas del pincel de Rubens destaca el Rapto de las hijas de Leucipo, una de sus escenas más dramáticas y violentas, más barrocas . Los hijos gemelos de Leda y Júpiter, Cástor y Polux, decidieron raptar, con ayuda de Cupido, a las hijas del rey de Mesenia, Leucipo, llamadas Hilaíra y Febe, que ya habían sido comprometidas a otros hermanos. Cástor y Polux son también conocidos como los "Dióscuros", hijos de Zeus, y en una de sus estatuas emplazada en el Quirinal de Roma se inspiró Rubens para realizar esta escena. También tomó como referencia el Rapto de las Sabinas, grupo escultórico ejecutado por Juan de Bolonia en la plaza de la Signoria de Florencia.Los Dióscuros eran excelentes jinetes por lo que el pintor flamenco los sitúa a caballo en el momento de perpetrar el rapto, reforzando la violencia con el caballo encabritado del fondo y la resistencia ejercida por Hilaíra y Febe, cuyos escorzados cuerpos parecen querer salir del lienzo. Las figuras se estructuran en dos diagonales entrelazadas, ocupando buena parte del espacio pictórico y en forma compacta, incluyéndose dentro de un círculo muy definido. Su acentuado dinamismo refuerza el dramatismo de la escena, complementando las poses y los movimientos de los personajes. Incluso encontramos un atractivo contraste entre los cuerpos sonrosados de las mujeres y la piel tostada de los hombres, describiendo de manera espectacular la viveza de cada una de las anatomías, tomando como punto de partida las figuras de Miguel Angel .
Concretamente, la joven que alzan los dos hermanos está inspirada en la figura de la Noche de la tumba de Guiliano de Medicis -también se apunta al Laoconte , estatua helenística admirada especialmente por Rubens- mientras que la más cercana al espectador tiene como referencia a la Leda de Leda y el cisne, cuadro desaparecido de Miguel Angel que el propio Rubens copió en su estancia italiana. Algunos especialistas consideran que en esta figura debemos encontrar un significado simbólico ya Cástor y Polux nacieron de la unión de Leda y Júpiter, convertido en cisne, por lo que ambos hechos se relacionan.Los contrastes anteriormente aludidos continúan en las tonalidades de las telas o de los caballos, incluso en la pose de cada uno de los animales, uno encabritado y el otro más sereno.Curiosamente, Cástor y Polux desposarán a las princesas y se comportarán como maridos modélicos, hecho que aquí el pintor simboliza en la presencia de Cupido sujetando las bridas del caballo. La pasión brutal es frenada por el amor. También se ha querido ver en esta escena una ascensión del alma al cielo debido al movimiento ascendente que prima en la composición, movimiento que se refuerza por el empleo de una línea del horizonte tremendamente baja. También se ha interpretado como una alegoría del matrimonio o de la armonía conyugal e incluso como una alegoría política. Independientemente de lo que quisiera tratar el maestro flamenco en la tela, nos hallamos ante una de sus obras maestras en las que sintetiza su estilo, convirtiéndose en el pintor más admirado de su tiempo.
Concretamente, la joven que alzan los dos hermanos está inspirada en la figura de la Noche de la tumba de Guiliano de Medicis -también se apunta al Laoconte , estatua helenística admirada especialmente por Rubens- mientras que la más cercana al espectador tiene como referencia a la Leda de Leda y el cisne, cuadro desaparecido de Miguel Angel que el propio Rubens copió en su estancia italiana. Algunos especialistas consideran que en esta figura debemos encontrar un significado simbólico ya Cástor y Polux nacieron de la unión de Leda y Júpiter, convertido en cisne, por lo que ambos hechos se relacionan.Los contrastes anteriormente aludidos continúan en las tonalidades de las telas o de los caballos, incluso en la pose de cada uno de los animales, uno encabritado y el otro más sereno.Curiosamente, Cástor y Polux desposarán a las princesas y se comportarán como maridos modélicos, hecho que aquí el pintor simboliza en la presencia de Cupido sujetando las bridas del caballo. La pasión brutal es frenada por el amor. También se ha querido ver en esta escena una ascensión del alma al cielo debido al movimiento ascendente que prima en la composición, movimiento que se refuerza por el empleo de una línea del horizonte tremendamente baja. También se ha interpretado como una alegoría del matrimonio o de la armonía conyugal e incluso como una alegoría política. Independientemente de lo que quisiera tratar el maestro flamenco en la tela, nos hallamos ante una de sus obras maestras en las que sintetiza su estilo, convirtiéndose en el pintor más admirado de su tiempo.