Presentación de Jesús en el templo
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La decoración mural de la iglesia de la Cartuja del Aula Dei en Zaragoza se distribuye en grandes paneles a lo largo de los muros del templo y a una altura considerable ya que bajo ellas están las altas sillas de los dos coros de los monjes. Se dedica a la historia de la Virgen María en relación con la infancia de Cristo. Goya debió pintarlos entre 1772 y 1774, sufriendo un gran deterioro cuando los monjes debieron abandonar la Cartuja, perdiéndose por completo las del muro de la izquierda. La correspondiente restauración en los primeros años del siglo XX correspondió a los hermanos Buffet, quienes realizaron los murales que no pudieron reparar. El estilo que empleará el maestro mezcla las enseñanzas barrocas de José Luzán , lo aprendido durante su viaje a Italia, el decorativismo barroco de moda en Madrid y el clasicismo imperante en numeroso círculos de la corte. Ese crisol de estilos será unificado por Goya resultando una obra personal e inconfundible que tiene el honor de ser la decoración de mayor tamaño que realizara el maestro. Curiosamente, al estar incluidas las escenas en un monasterio cartujo, las mujeres no han podido contemplar el extraordinario conjunto, a excepción de la última restauradora y la reina de España, doña Sofía de Grecia.La Presentación de Jesús también se identifica con la Purificación de María, existiendo dudas sobre la temática exacta. La santa pareja - san Joaquín y santa Ana ó María y san José - presenta a su vástago al Sumo Sacerdote de los Judíos, desarrollándose la escena en el interior de un templo, cuya arquitectura se insinúa al fondo. Las amplias figuras se sitúan en el centro de la escena, destacando los acentuados pliegues de sus mantos y lo alegre del colorido. La pincelada aplicada es bastante suelta, creando un conjunto de soberbia belleza.