Tartessos se perfila como un fenómeno cultural fundamentalmente nuevo, asociado a un horizonte arqueológico bastante bien definido ya, correspondiente al Bronce Final y los comienzos de la Edad del Hierro. Se pone de manifiesto la importancia del foco geográfico del bajo Guadalquivir y la virtualidad de unos centros escogidos en función de la proximidad de lugares adecuados para el desarrollo de una economía polifacética.
se repite un característico juego ritual compuesto de un jarro y una amplia pátera con asas -denominada habitual e impropiamente braserillo-, que debía de utilizarse en ceremonias de libación o purificación durante los enterramientos.