Pala Pesaro

Datos principales


Autor

Tiziano Vecellio

Fecha

1519-26

Escuela

Venecia

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

385 x 270 cm

Museo

Iglesia de Santa María dei Frari (Venecia)

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La relación de Tiziano con la familia Pesaro surgió en los años iniciales del siglo XVI al realizar el cuadro votivo Jacopo Pesaro presentado por el papa Alejandro VI a San Pedro. Quince años después también será el encargado de ejecutar un nuevo trabajo ahora para la basílica de Santa Maria Gloriosa dei Frari. Jacopo y algunos miembros de su familia son presentados a la Virgen y el Niño bajo la protección de San Pedro. La escena se desarrolla ante una colosal arquitectura que impide ver cualquier referencia paisajística en el fondo. Dos soberbias columnas sirven para dotar a la composición de estructura vertical mientras que la disposición de las figuras y el juego de miradas refuerzan las diagonales. De esta manera se abandona el equilibrio y la simetría de trabajos anteriores como San Marcos entronizado rodeado de santos, empleando una organización asimétrica con la que se consigue mayor dinamismo. Diferentes miembros de la familia Pesaro aparecen en la esquina derecha de la escena, arrodillados y dirigiendo su mirada hacia Jacopo -a excepción de un niño mira hacia el espectador- acompañado éste de cautivos musulmanes conseguidos tras su victoria en la batalla de Santa Maura, mientras que un caballero sujeta el pendón de Alejandro VI. En el centro de la escena se sitúa san Pedro, sosteniendo en sus manos un libro abierto mientras que en sus pies contemplamos la llave que le simboliza. La Virgen con el Niño en brazos y dos frailes franciscanos completan el grupo de personajes, quienes se relacionan a través de un acertado estudio de miradas en zig-zag, dotando así de mayor dinamismo al conjunto. El objetivo de Tiziano será unir el cuadro votivo y el retablo, creando un escenario y un nuevo clima emocional sin renunciar al naturalismo. La iluminación empleada baña todas las figuras y resalta las brillantes tonalidades de las telas y del estandarte. Los rostros de los miembros de la familia Pesaro son excelentes retratos integrados en el conjunto. El resultado es una obra revolucionaria en la que la luz y el color ocupan un papel determinante.

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