Paisaje de Arles

Pintor neo-impresionista holandés (Groot-Zunder, 1853 - Auvers-sur-Oise, 1890), con 16 años empieza a trabajar en la famosa Casa Goupil, para la que también trabajaba su hermano Theo. A los 27 años se inicia en la pintura. El periodo holandés se caracteriza por los colores oscuros y la temática campesina, hasta que en Amberes le llama la atención Rubens y la estampa japonesa. En 1886 se instala con Theo en París y se relaciona con los impresionistas, especialmente con Degas, Toulouse-Lautrec y Gauguin, experimentando un importante cambio en su paleta. En 1888 se trasladó a Arles, donde convivió con Gauguin, pretendiendo montar una comunidad de artistas, aunque el experimento fracasó. El vivo colorido y las formas retorcidas caracterizan sus obras de Arles, donde se pone de manifiesto su desequilibrio psíquico, llegándose a cortar una oreja. Fue trasladado al hospital de Saint-Rémy y cuando se le dio el alta médica se trasladó a Auvers-sur-Oise.

El Impresionismo es un movimiento efímero en el tiempo pero de honda raigambre popular desde sus comienzos. Típicamente parisino, finaliza la evolución del Realismo y abre la puerta a la renovación vanguardista del arte abstracto.

Pintor impresionista francés (1840-1926) representará como pocos artistas los conceptos de luz, color y atmósfera, eliminando al final de su vida los contornos para adelantarse a la pintura abstracta. Cercano a Manet en sus primeros trabajos, será Renoir su compañero durante una temporada para trabajar más tarde en solitario en los paisajes, su temática favorita.

Obra realizada por Gauguin en 1889, mezcla visión y realidad en el mismo espacio, consiguiendo una representación muy simbólica.

Retrato de la mujer de su amigo Satre, se observan las primeras muestras de primitivismo, como la anulación de la perspectiva y la simbolización del rostro, que motivó que la retratada rechazara la obra cuando se la quiso regalar Gauguin.