Ordenación de San Lorenzo como diácono

Datos principales


Autor

Guido Di Pietro Da Mugello

Fecha

1447-49

Escuela

Quattrocento

Estilo

Renacimiento Italiano

Material

Fresco

Dimensiones

271 x 197 cm.

Museo

Capilla Nicolina del Vaticano

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Los frescos dedicados a la vida de San Lorenzo decoran los muros de la capilla Niccolina. Quizá por esto, por su mayor presencia en la estancia, el tratamiento pictórico y la estructuración de las escenas resulta mucho más magnificente y monumental que las de los lunetos, donde figuraban los episodios dedicados a San Esteban. La ordenación de San Lorenzo como diácono de Jerusalén se presenta en la magnífica arquitectura de una basílica. El tramo de bóveda de la nave central está sustentado por columnas de orden corintio, las más aplicadas en las edificaciones del primer Renacimiento. San Sixto, sentado en su trono, le confiere a San Lorenzo el diaconado, de rodillas el santo, que destaca por la rica ornamentación de su tiara y los ribetes dorados de su capa. Otros sacerdotes se distribuyen alrededor del grupo central, en medio de la claridad del espacio diáfano de volúmenes puros que construye la arquitectura. Fra Angelico ha acomodado a su tiempo el acontecimiento representado. El suceso acaecido en la Antigüedad está llevado a la época presente por la indumentaria de los protagonistas, vestidos como los religiosos de la mitad del siglo XV. La obra presenta un magnífico estudio de colores, que ejemplifican las distintas calidades de las vestimentas de los personajes. Fra Angelico también da muestras de su dominio de las cualidades de la luz, sobre todo reflejada en las reverberaciones sombreadas de rostros y túnicas. Por último, destacar los rasgos de San Sixto, caracterizado con la fisionomía del Papa Nicolás V, cosa que se hará habitual en la iconografía vaticana posterior.

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