Naturaleza muerta: pan y huevos
Datos principales
Autor
Fecha
1865
Estilo
Material
Dimensiones
59 x 76 cm.
Museo
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Pocos artistas franceses han dedicado tanto tiempo a la naturaleza muerta como Cézanne. Ya en sus largas visitas al Louvre sintió una especial admiración por la obra de Chardin pero el contacto con el grupo de Batignolles liderado por Manet le llevará a establecer un intenso contacto con el realismo a través de los bodegones. Cézanne dispone los diferentes elementos -una jarra, una barra de pan, un par de huevos y otro de cebollas, un copa de cristal llena de un ambarino líquido, un cuchillo y un mantel blanco- sobre una mesa, procediendo a iluminarlos con una potente luz que crea excelentes efectos de claroscuro, tal y como hacían los maestros del Barroco en el norte de Europa. De esta manera, se acentúa la teatralidad de la escena y se intensifica el realismo de los objetos. El maestro de Aix utiliza una pincelada algo tosca, despreocupándose de las calidades táctiles de los diferentes objetos para interesarse por las formas y el efecto de la luz sobre ellas, en sintonía con los trabajos realistas que hacía Monet por estas fechas.