Mujer con tela de araña entre árboles desnudos
Datos principales
Alias
Melancolía
Autor
Fecha
h. 1803
Estilo
Material
Dimensiones
170 x 119 mm.
Museo
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Se conoce también como "Melancolía", pues se considera que su contenido es simbólico: la muerte, la transitoriedad del ser humano se plasma en los árboles secos y las flores, destinadas a morir tras su explosión de color y vida; la tela de araña simboliza la fragilidad del arte y su belleza. En este contexto se inserta la melancolía de la reflexión humana, encarnada en la joven sentada. Comparte lugar junto con Mujer con cuervo junto a un precipicio y Muchacho dormido sobre una tumba en la serie de estampas xilografiadas que realizó en 1803 de tipo popular, algunas de las cuales no llegaron a grabarse, puesto que el libro no se publicó, de las que se ha señalado su relación con las ilustraciones de la edición berlinesa de Ossián de 1800. Todas ellas vienen prefiguradas por los dibujos de su cuaderno de Mannheim de 1801. Árboles muertos, rocas y lugares apartados señalan el entorno de los personajes desdichados de este cuaderno, sentados, echados en el suelo, abrumados por la angustia de vivir. Estas figuras se hallan impregnadas de la inquietud emocional del 'Sturm und Drang' romántico alemán y el Romanticismo más tenebroso. Las xilografías, realizadas junto a su hermano Christian en un tono expresivo, son una vía creativa que Friedrich no desarrollará en adelante. Las figuras pasarán a ser meros contempladores pasivos del paisaje, empequeñecidos ante su grandeza y su inescrutabilidad. Con todo, puede rastrearse el influjo que la Academia de Copenhague produjo sobre él a partir del tema del personaje humano en el parque. De hecho, fue la revolucionaria jardinería inglesa del siglo XVIII la que abrió el gusto por una nueva naturaleza, cuajada de ruinas góticas , medievales, densa y tenebrosa, en la que se insertan los sentimientos humanos más sensibles. En Copenhague, de 1794 a 1798 Friedrich había aprendido a gustar de este tipo de jardines y arquitecturas ruinosas, algunas veces creadas artificialmente. Algunas de sus primeras obras así lo muestran, como Luisenquelle en Frederiksdal, de 1797, hoy en el Hamburger Kunsthalle .