Monasterio de San Martín Pinario (Santiago de Compostela). Fachada
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En 1607, fray Gabriel de las Casas reemprende los trabajos del monasterio de San Martín Pinario , superados ya los problemas con el Cabildo de la catedral que habían impedido a la comunidad monástica construir la fachada sur del edificio, la más importante y significativa. La inmensa fachada del monasterio, con su predominio de la horizontalidad y la rítmica secuencia de sus ventanales, tiene una importancia clasicista indudable, casi como una lejana evocación del monasterio de El Escorial ; los lienzos murales se distribuyen en cuatro pisos atados por pilastras toscanas gigantes que rematan en pináculos, y en los ángulos, un cuerpo saliente en forma de torre cuadrangular de cinco pisos, rompe con la monótona secuencia de la fachada. En el centro se abre la monumental portada del monasterio que comunica con el claustro procesional, cuyo doble juego de gigantes columnas pareadas se repite en el primer cuerpo flanqueando la puerta, la hornacina con la imagen de San Benito y el volado balcón triple con barandilla de piedra sostenida por mascarones. Sobre la cornisa se yergue la aérea peineta con el escudo real y encima, recortándose sobre el horizonte, San Martín partiendo su capa con el pobre; este remate fue trazado por Fernando de Casas y Novoa en 1738, pero su ímpetu barroco no desentona en absoluto con el clasicismo de la parte inferior.