Mesa de los Pecados Capitales
Datos principales
Autor
Fecha
1480
Material
Dimensiones
120 x 150 cm.
Museo
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Esta interesante tabla forma parte de una mesa, que Felipe II compró para conservar en sus aposentos privados de El Escorial . Aunque es cuadrada, el formato de la pintura es circular, y remite directamente al ojo de Dios, puesto que Cristo ocupa el centro. La idea es que Dios lo ve todo, los siete pecados capitales que rodean el ojo, y Cristo se encuentra en mitad de todo ello como única posibilidad de redención. Los siete pecados se explican detalladamente en siete escenitas, correspondiendo cada una de ellas con las siguientes faltas: La Ira nos presenta una escena de celos y de lucha; la Soberbia se esconde en la mirada de una dama que se recrea en la imagen de sí misma que le devuelve un espejo sostenido nada menos que por un demonio; la Lujuria la encontramos en las dos parejas de amantes que se recrean en una tienda, divertidos por un bufón y por la música que debieron tocar los instrumentos abandonados en el suelo; la Pereza es en cambio un hombre dormido plácidamente en un sillón mientras su esposa trata en vano de despertarle, una esposa ataviada para acudir a los Santos Oficios; la Gula es claramente el banquete que se ofrece en una mesa, del cual dan cuenta con voracidad varios personajes; la Avaricia muestra al juez que se deja sobornar; mientras, la Envidia relata un refrán flamenco: "dos perros con un hueso rara vez llegan a un acuerdo". Completando la composición en los cuatro ángulos libres del tablero, nuevamente se nos recuerda los efectos del pecado sobre nuestra vida eterna, en forma de Postrimerías: la Muerte, el Juicio Final, el Infierno o la Gloria.