La lechera
Datos principales
Autor
Fecha
1658-60 h.
Estilo
Material
Dimensiones
45,4 x 41 cm.
Museo
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Buena parte de las composiciones de Vermeer presentan a la mujer como vehículo para criticar los vicios de la sociedad holandesa de su tiempo, al igual que la mayoría de los pintores de género del Barroco . Sin embargo, encontramos un pequeño grupo -en el que destaca la Lechera- donde se presenta el modelo en "positivo", mostrando a la mujer como ejemplo de virtudes y como modelo a imitar. La Lechera no sólo destaca por su intimista belleza, sino que además ensalza la labor de la criada, criticada por buena parte de sus contemporáneos como Gerard Dou o Nicolaes Maes . Vermeer nos presenta a la mujer concentrada en su quehacer, con la mirada baja como símbolo de humildad, vertiendo la leche en un cuenco con dos asas. La escena se desarrolla en una sobria estancia con paredes grisáceas en la que destacan los clavos, los agujeros o las grietas de una morada humilde. Sobre la mesa, encontramos un cesto con pan y algunos panecillos fuera de él, lo que para algunos expertos se interpreta como una alusión a la eucaristía, mientras que la leche sería el símbolo de la pureza. La potente iluminación inunda la estancia y resalta las brillantes tonalidades, especialmente el amarillo y el azul, utilizando la característica técnica "pointillé" con la que reparte los chispeantes puntos de luz por toda la superficie del lienzo. Esta iluminación debe su origen a los maestros italianos del Renacimiento, especialmente la escuela veneciana, y de los seguidores de Rembrandt, espacialmente Carel Fabritius. El cuadro fue desde muy pronto apreciado por los amantes de la pintura de Vermeer, tal y como se pone de manifiesto en el elevado precio pagado por él cuando fue vendido en 1696: 175 florines.