La cruz en el Mar Báltico
Datos principales
Autor
Fecha
1815
Estilo
Material
Dimensiones
45 x 33,5 cm.
Museo
Contenidos relacionados
De esta obra de 1815 se conservan cuatro versiones: además de ésta de Berlín, la llamada "Cruz en el Mar Báltico", en el Wallraf-Richartz-Museum de Colonia; la "Cruz en Rügen", en la col. Georg Schäfer , Obbach y, finalmente, una cuarta en Hamburgo . Se desconocen los motivos de estas versiones, aunque las diferencias son mínimas. Se considera que ésta es la versión primera y modelo de las demás. De este lienzo se conserva uno de los escasos comentarios de Friedrich a su propia obra. Está contenido en una carta de mayo de 1815 a su amiga la pintora Luise Seidler: "El cuadro para su amiga ya está esbozado, pero no contendrá iglesia, árbol, planta o hierba. En una playa desnuda y pedregosa se alza la cruz, para quien la ve, un consuelo; para quien no la ve, una cruz". Con ello nos lleva Friedrich al motivo central de la obra. La cruz, desmaterializada, sin Cristo, representa Su muerte; el propio Cristo viene simbolizado, al igual que en el resto de la obra de Friedrich, por la luna llena. A sus pies, se sitúan una serie de elementos religiosos. La roca simboliza la fe, a la que se une el ancla, que significa la esperanza en la resurrección, y es un símbolo universal de la esperanza. Las varas se refieren a la seguridad que al cristiano en trance de morir otorga la fe. Es, pues, una obra religiosa, de esa especial devoción particular de Friedrich que se expresaba a través de la naturaleza. Compositivamente, la cruz se sitúa en diagonal hacia el mar, sobre el eje central de la obra. La roca eleva, por encima del horizonte, la cruz hacia las regiones superiores, rebasadas las nubes. Por ello, Friedrich eligió el formato vertical, alargado, a diferencia de la mayoría de sus obras. Por último, Friedrich sitúa de nuevo en primer término un obstáculo a la profundidad en su obra: la roca corta toda transición hacia el horizonte.