La armonía de las esferas
Datos principales
Autor
Fecha
1978-79
Material
Dimensiones
100 x 100 cm.
Museo
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La escena representa un retrato doble de Jasón, el héroe que según la mitología griega consiguió el vellocino de oro después de muchas aventuras. Respecto a la producción de Salvador Dalí, ésta sería la primera ocasión en que se verifica un cuadro plenamente estereoscópico. Dalí llevaba ya casi veinte años indagando en la tercera dimensión y en los procesos de restitución de la imagen que conducen a la ilusión del relieve y del espacio. Como afirmará en una ocasión, "en paralelo, gracias a un sistema de espejos puesto a punto por Roger de Montebello, he querido prolongar el hiperrealismo americano -que es verdaderamente glorioso en nuestros días- añadiendo la tercera dimensión a esas imágenes perfectas e hiperestéticamente copiadas de fotografías". Desde luego, el hiperrealismo es la nota más importante del cuadro que contemplamos, pero también su dependencia respecto a la fotografía. Esa tercera dimensión, prosigue Dalí, "combinará el color natural con una restitución ilimitada de la distancia. El artista podrá crear en su taller paisajes que se extenderán hacia el horizonte y que podrán no haber existido nunca". Sorprende, si observamos el cuadro, la agrupación de esferas que actúan como una densa nube. En cambio, ese motivo de las esferas asociadas en esa estructura ya había sido utilizado en 1977 por el propio artista, cuando realizó su obra El toisón de oro. El aspecto de esas esferas apunta de manera directa tanto a algunas aportaciones del arte óptico (surgido como movimiento a finales de los años 50) como a la psicología de la forma, que indagaba sobre la relación interna, psicológica, que establece el espectador con los objetos de arte.