Jane Seymour

A partir de 1532, Holbein

Hans Holbein, el Joven

Pintor alemán (Augsburgo, 1497-Londres, 1543), sabe captar los nuevos postulados renacentistas y humanistas, destacando como retratista.

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consigue afianzarse como retratista de corte

Holbein el Joven y la retratística inglesa del siglo XVI

Para la retratística inglesa del quinientos, es decisiva la producción de Hans Holbein el Joven que, en relación con la corte británica, desarrolló lo que constituye el colofón de su carrera artística y uno de los hitos del género en Europa. A partir de 1532 consigue afianzarse como retratista de corte de Enrique VIII. Desde estos momentos, la retratística de Holbein inicia un proceso, de talante manierista, mediante el que insistirá en el distanciamiento del retratado, insertando la figura en un espacio irreal, del que desaparecen o cambian de sentido los objetos (mesa, pared, cortina, etc.) utilizados para ayudar a definir un espacio real y concreto.

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de Enrique VIII

Enrique VIII

Rey de Inglaterra entre 1509-1547, su divorcio de la hija de los Reyes Católicos motivó la escisión de la Iglesia anglicana de Roma. Se vinculó a Francia frente a Carlos I. Sus seis esposas le convierten en un curioso personaje, destacando su labor como mecenas.

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. A partir de estos momentos, la retratística de Holbein inicia un proceso, de talante manierista, mediante el que insistirá en el distanciamiento del retratado, insertando la figura en un espacio irreal, del que desaparecen o cambian de sentido los objetos utilizados para ayudar a definir un espacio real y concreto. En este caso, el pintor limita el papel de las manos -fundamentales en la concepción gestual del retrato clasicista- haciéndolas posar, sin ademán alguno, sobre el cuerpo al igual que en el retrato de Cristina de Dinamarca

Cristina de Dinamarca

Óleo y témpera sobre tabla realizado por Holbein el Joven en 1538. Se conserva en la National Gallery de Londres.

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. Al tiempo, las vestimentas, que utiliza como auténticas superficies a decorar, imprimen su linealidad a los cuerpos que contienen, de los que desaparece toda idea de redondez plástica.