Ixión

Datos principales


Autor

José o Jusepe,José or Jusepe (El Españoleto) Ribera

Fecha

1632

Escuela

Naturalismo tenebrista

Estilo

Barroco Español

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

301 x 220 cm.

Museo

Museo del Prado

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Según la "Metamorfosis" de Ovidio, Ixión era hijo de Ares, padre de Piriteo y rey de los lapitas. Zeus le concedió un asilo en el Olimpo donde intentó seducir a Hera. Al no conseguirlo se unió a una nube que simulaba la imagen de la diosa y engendró la raza de los centauros. El padre de los dioses precipitó a Ixión a los Infiernos donde fue castigado a girar eternamente una rueda de fuego. Esta imagen formaría parte de una serie compuesta por los "Cuatro Condenados" - Tizio, Tántalo, Sísifo e Ixión- en sintonía con la que Tiziano había realizado para María de Hungría. Sandrart describe en 1675 una serie similar realizada por el maestro valenciano para el holandés Lucas van Uffel, narrando como la esposa del comerciante, impresionada por la fuerza del Ixión, dio a luz un niño que presentaba los dedos encogidos de la misma manera que el gigante. Esta característica no se contempla en el lienzo que observamos por lo que debía tratarse de otro Ixión, del que se conserva una copia en el Prado. De esta manera se constata que Ribera pintó al menos dos series de "Condenados", consideradas símbolo de la advertencia de la Monarquía a sus súbditos en caso de rebeldía. Ribera ha interpretado el final de la historia y sitúa al gigante en el momento de ser encadenado por un sátiro. Ixión aparece en una escorzada postura, creando un efecto dinámico que se refuerza con la posición del sátiro. Las figuras emergen de un fondo negro gracias a un potente foco de luz procedente de la izquierda -en sintonía con el tenebrismo de Caravaggio-, iluminación que acentúa el dramatismo de la imagen. La composición parece tomada de imágenes boloñesas tardomanieristas en las que encontramos una tremenda admiración por lo gigantesco y desmesurado. La violencia del gesto del sátiro refuerza el momento de tensión que se vive en la composición, tratándose de una de las imágenes más impactantes del maestro valenciano.

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