Hombre joven con calavera

Esta imagen se ha identificado tradicionalmente con Hamlet, aunque lo temprano de la fecha hace rechazar tal hipótesis, especialmente si se tiene en cuenta que el éxito de Hamlet como modelo para los pintores llegó en el Romanticismo

Romanticismo Alemán

Alemania está en plena fiebre filosófica y artística, causada por el Nacionalismo. Los grandes temas de la Alemania imperial, mantenidos hasta Hitler, nacen en este período, envueltos en una grandeza trascendental que dio origen a la idea de lo Sublime.

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del siglo XIX. Por el contrario, este joven parece más bien una alegoría o "vanitas", típica del Barroco centroeuropeo

Barroco Centroeuropeo

El Barroco en Centroeuropa tiene características similares al de otros países. En Holanda, república de comerciantes, se pintan cuadros de pequeño formato, por tanto más baratos, y de temas cotidianos, adecuados para el hogar burgués. Tiene bellísimos bodegones, paisajes e interiores. En el antiguo Flandes, los Países Bajos y las Provincias Unidas se decantan por un Barroco decorativo y de gran formato.

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y español

Barroco Español

El Barroco español se denomina también el Siglo de Oro, el siglo XVII. Tuvo lugar en una época de crisis económica, pero de esplendor espiritual y cultural: literatura, música, teología, pintura. Nuestros grandes maestros pertenecen a este momento.

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, un recuerdo de la inminencia de la muerte incluso en la juventud, que simboliza este muchacho. La figura está tratada según los planteamientos pictóricos de los caravaggistas de Utrecht, y recuerda directamente a los jóvenes caballeros pintados por el propio Caravaggio

Michelangelo Amerighi, Merisi

Creador del Tenebrismo, una de las escuelas más importantes del Barroco italiano. Su estilo influirá en artistas como Velázquez, Rembrandt, Ribera o Zurbarán, por citar sólo a unos cuantos. Su fama llegará a Holanda, donde se formará la importante Escuela de los caravaggistas de Utrecht. Lo tormentoso de su vida otorgará mayor importancia a su obra.

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. Hals, sin embargo, carece del dramatismo radical del tenebrismo puro, por lo que el rostro está iluminado fuertemente, reduciendo los contrastes a fuertes golpes de sombra que no logran dejar el fondo en penumbra.