Estudio para el Castillo de Hadleigh

Datos principales


Autor

John Constable

Fecha

1829

Estilo

Romanticismo Inglés

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

123 x 167 cm.

Museo

Tate Gallery (Londres)

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El fallecimiento de su esposa, Maria Bicknell, víctima de tuberculosis en 1828 sumió a Constable en una profunda depresión que se manifestará claramente en su pintura. La obra definitiva que guarda la Paul Mellon Collection se presentó a la exposición de la Royal Academy de 1829, el mismo año que es elegido académico, siendo visitado por tal honor por el propio Turner. Para la realización de esta obra Constable se basó en un estudio elaborado en 1814, durante un viaje a la costa de Essex. Será habitual que el maestro emplee sus bocetos y estudios ejecutados en la década de 1810 durante el resto de su vida lo que nos indica que, a pesar de ser naturalista y pintar bocetos al aire libre, todos sus trabajos definitivos están pintados en el taller, valiéndose de su memoria e introduciendo elementos producto de la imaginación. Posiblemente lo más interesante de este estudio preparatorio es el cielo, una sensacional muestra de la pintura expresionista que saldrá de los pinceles de Constable en estos años. Las pinceladas son rápidas y fluidas, interesándose por mostrar como el final de la tormenta empieza a dar paso a la luz. Tampoco es desdeñable el mar o el abrupto paisaje en el que se encuentra el derruido castillo, imagen romántica por excelencia, así como el ambiente pastoril. La composición se organiza a través de una acentuada diagonal que nos lleva a las ruinas, produciéndose una descompensación al no colocar el edificio en el centro sino que se sitúa más elevado y en la zona de la izquierda, mostrándonos en la derecha la desembocadura del Támesis y el mar, una de las habituales amplias perspectivas que tanto gustaban al maestro. También es habitual el amplio espacio ocupado por el cielo en la superficie pictórica, siendo una referencia a sus admirados paisajistas holandeses del Barroco. En la exhibición, la obra fue acompañada de unos versos de Thomson sacados de su obra "Summer". Por desgracia, a pesar de tratarse de un sublime paisaje, no se vendió, permaneciendo ambos trabajos en el estudio del pintor. Tras su fallecimiento fueron subastados y el lienzo definitivo se vendió por 105 libras mientras que el estudio que contemplamos alcanzó la irrisoria cifra de 4 libras.

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