Escultura del obispo Alonso. Detalle
La nobleza española acogió con entusiasmo las nuevas formas artísticas del Renacimiento. La dependencia del arte italiano, al principio muy fuerte, dio paso poco a poco a un estilo renacentista netamente español, expresivo hasta el manierismo en el caso de la escultura. Con este estilo se sigue realzando en las tumbas y capillas funerarias la fe del difunto y su prestigio. En el Museo se conserva la escultura orante que estaría situada sobre el sepulcro del obispo Alonso. Es de mármol y de gran maestría técnica, pues el artista consigue sacar de la piedra los innumerables pliegues de la capa y dotar al cuerpo de un movimiento casi imperceptible, mostrándolo como a punto de desfallecer por la trascendencia de su devoción. Esta actitud y la expresividad del rostro nos permiten situar esta obra en los principios del manierismo, cuando se explotan aspectos del clasicismo, como el pathos griego o el dramatismo existencial, muy relacionados con la experiencia mística que propugnaban las órdenes religiosas surgidas al abrigo de la Contrarreforma.