Escena de ballet

Entre los pintores impresionistas

Impresionismo

El Impresionismo es un movimiento efímero en el tiempo pero de honda raigambre popular desde sus comienzos. Típicamente parisino, finaliza la evolución del Realismo y abre la puerta a la renovación vanguardista del arte abstracto.

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que más admiró Toulouse-Lautrec debemos destacar a Degas

Edgar Hilaire,Edgar Hilaire Germai Degas

Pintor impresionista francés (París, 1834-1917). Entró en el taller de un discípulo de Ingres. El estilo neoclásico que le enseñó su maestro sufrió un importante cambio al influirle Manet, a quien le unirá una estrecha amistad, así como las primeras muestras fotográficas. Empezó a contactar con las amistades de Manet, conociendo a Renoir, Cézanne y Monet entre otros. Degas abandonó el Salón Oficial de Exposiciones en 1870, participando en la primera exposición impresionista en 1874. Sus obras reflejaban básicamente temas contemporáneos y, como contaba con una interesante renta, no se debió preocupar por las ventas o por la crítica, sólo por lo que le interesaba, sobre todo las bailarinas de ballet y muchachas anónimas vistiéndose o bañándose. Se interesó por la escultura, conociéndose un importante grupo de figuras en las que destaca su interés por el movimiento.

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, especialmente por la supremacía de la línea sobre el color y la temática moderna, alejada del paisaje. La escena es contemplada desde el lateral del escenario, mostrándonos la cabeza de uno de los protectores de jóvenes bailarinas que observa con atención la actuación de su pupila, hallándose en primer plano una de las bailarinas en una postura escorzada, mostrando parte de su cuerpo debido a la influencia de la fotografía al cortar los planos pictóricos. El escenario queda trazado por líneas muy marcadas al igual que las figuras de las muchachas, destacando la vaporosidad de sus trajes debido al empleo de una pincelada diluida, quedando algunas zonas del lienzo sin colorear. La admiración hacia las luces artificiales es otra influencia de Degas, rebosando esta escena vitalidad, alegría y movimiento, ofreciendo así Henri una de las facetas más admiradas de la vida moderna: el ocio.