El barbero del Papa

Entre los retratos pintados por Velázquez durante su estancia romana de 1650 se hace referencia a uno protagonizado por el Barbero del Papa, suponiéndose que se trata de este que aquí contemplamos. Curiosamente el maestro emplea un colorido más oscuro que en los demás retratos - vease el de Inocencio X

Inocencio X

Uno de los mejores retratos velazqueños, realizado en el segundo viaje a Italia para demostrar a la Corte papal su magnífica manera de trabajar. Velázquez centra toda su atención en el rostro, captando la personalidad del pontífice, y en el color rojo de las vestiduras.

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o el de Camillo Massimi

Camillo Massimi

Entre los retratos realizados por Velázquez en Roma durante el año 1650 destaca el de Camillo Massimi por la captación psicológica y el colorido empleado. Su pincelada suelta es característica de estos momentos, como también se aprecia en los retratos de Juan de Pareja o del cardenal Camillo Astalli.

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- pero aun así no desmerece en absoluto a lo que pintó en aquellas fechas. Velázquez se interesa por resaltar la nobleza de este hombre de fisonomía vulgar, destacando la expresión resignada y melancólica. La pincelada es rápida, aplicada con sabiduría y precisión a pesar de la soltura, recogiendo la técnica de la escuela veneciana con Tiziano

Tiziano Vecellio

Pintor renacentista italiano (1485 h. -1576) es considerado el maestro más importante de la Escuela veneciana. Su aprendizaje con Giovanni Bellini marcará el detallismo de su producción, pero será Giorgione quien le introduzca de pleno en el Cinquecento, al emplear el paisaje como elemento integrador de las figuras. Se interesó por la pintura centro-italiana, espacialmente por Rafael, Miguel Angel y Leonardo, así como por el Manierismo, influyéndole Giulio Romano y Pordenone. Su estrecha relación con Carlos V y Felipe II será fundamental para el Barroco español, en especial para Velázquez. Rubens llegará a considerarle como su padre espiritual. La luz y el color serán los protagonistas de sus composiciones.

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a la cabeza.A pesar de la austeridad de color, nos encontramos ante un excelente retrato que pone de manifiesto como el pintor está demostrando en este segundo viaje que ha superado su etapa de formación y que se presenta en la Ciudad Eterna como un importante maestro. Ahora no va aprender sino a mostrar lo que ha aprendido.